Daño

1.4K 124 7
                                    





Sostengo a James en brazo tratando de calmarlo. Después de que Kass despertara se marchó junto a esa bestia profundizándose en el bosque desapareciendo como si una nube de humo se tratase, no s hemos cansado de recorrer el bosque buscando su paradero pero lo único que conseguimos es nada. James inicia resentir la falta de su padre y yo, yo siento que muero a cada segundo. La manada al enterarse de lo sucedido se ha dividió más de lo que ya lo estaba, incluso algunos lobos han decidido sin importar lo peligroso que pueda ser para ellos ir en busca de quien ahora consideran su único líder. Decir que me siento dolido es poco pero ¿De quién es la culpa? Hay una sola respuesta para esa pregunta y es Kyle, si no hubiera temido a lo que vendría, si hubiera mantenido mi confianza en mí manada y en lo poderoso que somos juntos esto no habría pasado, debí haber visto las señales. De todas las manadas que fueron atacadas por las bestias guiadas por los dos cazadores dementes la única que les planto cara y sobrevivió fue nuestra manada, aun teniendo bajas y algunos heridos seguíamos aquí y yo dude, dude del poder de mis betas, de la fuerza de mi manada y sobre todo dude en proteger a mi luna.

— Hoy saldré con los demás a buscarlo— dejo de ver por la ventana cuando escucho la voz de mi hermano.

— Aun estas débil, no saldrás de aquí— hablo manteniendo mi mirada sobre su gran cuerpo.

— Kyle, no hay mejor rastreador que yo en toda la manada— dice con confianza.

— Y no hay otro que sea mi hermano, no hay otro que sea más listo que tú, no hay otro que haya domesticado a un alfa rebelde como Keren— hablo rápidamente— Hermes eres mucho más valioso que yo en esta manada, se que eres capaz de muchas cosas pero no te dejare salir estando en el estado que te encuentras— sentencio con seriedad.

— Kyl...—

— He hablado— frunzo mi entre cejo dejando mis ojos cambiar al rojo encendido.

— Como diga alfa— dice bajando la mirada.

— Saldré con Loy y Kenan por un rato ¿Podrías cuidarlo?— digo entregándole a James en sus brazos.

— Puedo ir con...— deja de hablar cuando lo miro.

Detengo mi trote al llegar al límite del bosque, miro a los lados sintiéndome frustrado, por más que hemos recorrido el bosque incluso saliéndonos de nuestro territorio no hemos podido encontrar ninguna pista que me diga donde pueda estar Kass. No sé cuál sea su condición en este momento pero lo que si se es que cada segundo se pierde más en sí mismo, ya casi no puedo sentirlo, es como si pudiera percibirlo pero me fuera imposible sentirlo, es algo raro, no sé cómo explicar la sensación que tengo en mi corazón.

Me alejo un poco de mis betas caminado hacia el borde del acantilado frente a nosotros, la gran extensión del océano se abre ante nuestros ojos. Doy una mirada profunda al fondo del acantilado viendo como las olas rompen contra la pared de piedra. Suelto un suspiro resignado antes de girar para ver a mis lobos.

— Regresemos— ordeno— la noche caerá pronto — sin decir nada más los veo dar media vuelta e iniciar a correr.

Corro por el bosque en dirección a la manada, el camino es algo largo debido a que hemos sobre pasado incluso los límites de la manada para buscar a Kass. Si hubiera sabido que algo como esto iba a suceder hubiera hecho de todo para evitar que saliera de la manada, James ya empieza a incomodarse por no tenerlo cerca, la manada se desmorona poco a poco, aquellos que no creen en mi igual buscan a Kass pero con otras intenciones, ellos quieren formar una manada guiada por él.

MI CHICO OBSTINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora