AMOR VS ODIO

20

Xiao Zhan seguía sin despertar y ya habían pasado unas cuantas horas desde que había sido intervenido quirúrgicamente, Yibo estaba realmente preocupado y por su mente solo pasaba lo peor pero quería dejar de pensar así y que Xiao Zhan despertaría en cualquier momento por lo que debían seguir siendo pacientes. Sharon no había logrado ver a su hijo pese a las súplicas que había hecho, Bowen la convenció de que no entrara aún a verlo y que lo hiciera cuando Xiao Zhan ya estuviera despierto o de lo contrario todo se complicaría.
Ally daba constantemente información de cómo seguía Xiao Zhan por lo que aquella información le daba un poco más de esperanzas de que Xiao Zhan pronto despertaría, así que debían seguir esperando porque después de todo, había perdido bastante sangre y tenía que ir recuperándose poco a poco; Yibo se sentía más que feliz al saber que Xiao Zhan había despertado pero como había dicho el doctor, no recordaba nada de lo que había pasado ni siquiera de quien era su familia pero quizás con el tiempo, iría recuperando sus recuerdos y a su familia por lo que ahora tenían que ayudarlo a recuperarse, Yibo fue el primero en entrar y noto como Xiao Zhan lo había quedado mirando como preguntándose a si mismo, quien era aquel chico que había entrado a la habitación.

–Los dejaré a solas para que puedan hablar –Dijo Ally y salió de la habitación.

–Se que no me recuerdas, pero mi nombre es Wang Yibo y cuando salgas del hospital, seré el que te cuide y te ayude a recuperarte. –Se presento Yibo.

–Sabes lo que me pasó? –Pregunto Xiao Zhan.

–Una chica trato de asesinarte –Respondio Yibo. –Pero no te preocupes, esa chica ya está tras las rejas –Sonrió.

–Estando contigo, nada malo me pasará, verdad? –Preguntó Xiao Zhan mirándolo.

–Asi es, estando conmigo nada malo pasara porque me encargaré de cuidarte bien y que te sientas seguro –Respondió Yibo.

–Esta bien –Asintio Xiao Zhan.

Yibo solo sonrió y acarició levemente su mejilla, y Xiao Zhan sonrió de igual manera, ya que a pesar de ser un chico desconocido para él, era alguien confiable y que si estaba con él podía estar seguro y a salvo de todo aquello que quisiera hacerle daño.