Misión padres

7

Naruto solo bufó, volviendo a sentarse con los brazos cruzados.

—Hinata y Naruto. —Kurenai mencionó.

Kiba inmediatamente observó a Hinata, tan roja como un tomate al escuchar a su sensei.

—Ay, por favor... no otra vez. —susurró. El golpe seco de algo contra el suelo se escuchó.

Giraron hacia el ruido encontrando a Kiba con los brazos extendidos y a Akamaru ladrando junto a una Hinata inconciente.

—¿Hinata? —Naruto observó la escena con extrañeza, acercándose hacia ella.

—No, espera, Naruto —Sakura intento detenerlo sin éxito.

Poco a poco los ojos lavanda de Hinata se abrieron y lo primero que vió fue el rostro de Naruto cerca del suyo.

—N-Naruto-kun... —balbuceó, soltando un pequeño chillido para luego volver a la inconsciencia.

—Idiota. —Kiba gruñó, alejando al rubio de su compañera— Aléjate un poco, quieres.

—¿Que te pasa, perro pulgoso? —Naruto bufó, alejándose.

—Y bien ¿Naruto? —Kakashi hablo.

—¿Que quiere, Kakashi-sensei? —se cruzó de brazos, algo molesto por la situación, recordando el grupo de dos entre Sasuke y Sakura.

—¿Alguna queja?

—Usted dijo que no escucharía quejas. —respondió con un mohín en sus labios— Además, aunque Hinata es rara, me agradaba. Gente como ella es agradable.

—Es una extraña manera de decirlo —Ino susurró, una gota de sudor bajando por su frente ante la incredulidad de las palabras del rubio.

—Bien. Shikamaru, Chouji —Asuma se dirigió a sus alumnos— Tendrán que esperar a sus compañeros. Ino, tú también.

—Espere... —Shikamaru frunció el ceño— ¿A que se refiere con "esperar"? No me diga que...

Asuma asintió casi imperceptible.

—Que fastidio. —Shikamaru cerro los ojos.

—¿Eh? ¿A que se refiere? —Chouji inmediatamente miro a su compañero.

—¡Vamos, Shikamaru, dinos! —Ino golpeó su hombro.

—No hagas eso, Ino —Shikamaru le dirigió la mirada con pereza.

—Mañana en la mañana lo verás, Ino.

—Kurenai-sensei, ¿que hay de nosotros? —Kiba se apuntó a si mismo y a Shino.

—Seremos el apoyo en la misión.

Tal como se les había informado, a la mañana siguiente los senseis ya estaban esperando a sus alumnos en el lugar acordado.

El sonido de una puerta deslizándose y unos pasos acompañados de murmullos rompieron el silencio, indicando la llegada de los jóvenes ninjas.

—¿Kakashi-sensei...? —Naruto, Sakura e incluso Sasuke quedaron momentáneamente perplejos al verlo ahí, puntual por primera vez en lo que podían recordar.

Naruto se giró hacia Sakura con el rostro desencajado, como si estuviera presenciando algo sobrenatural.

—¡Esto debe ser una pesadilla, Sakura-chan! —insistió Naruto, llevándose las manos a la cabeza con dramatismo— ¡Kakashi-sensei ha llegado temprano, dattebayo!

Mientras tanto, los demás equipos comenzaban a entrar al lugar, observando con diversión cómo el rubio hacía su espectáculo. Algunos intercambiaron miradas cómplices, mientras otros apenas contenían las risas.