— Not Girl vuelve a arrasar con un nuevo álbum titulado "Say my name", ya está en venta, dando la sensación que se agotará rápidamente si los fans siguen enamorados de su música. Not Girl con tan solo diecisiete años, es conocida casi en todo Asia, ¿creeis que podrá dejar huella en todo el continente? ¡Aquí os informaremos de todo! ¡Estamos aquí cada mañana en los lunes, viernes y sábados a las siete de la mañana y de la tarde! .— la pantalla se apagó.
Se escuchó un suspiro de cansancio y el portador de ese leve sonido desvió su mirada de la televisión a su cuenco de cereales con leche.
— No tengo más hambre .— murmuró antes de levantarse tomando el bol y lanzar el resto en el fregadero y en la basura.
Dejó los recipientes en el lavaplatos y se dirigió a la silla donde antes estaba sentado desayunando para coger su bolso escolar y esportivo y colgárselo, andó hacia la entrada de su casa y empezó a calzarse.
— Ya me voy .— informó ya hecho lo suficiente alto para que su progenitora lo escuchara donde ella estaba en el baño retocándose delante del espejo.
— ¡Qué vaya bien la escuela Kei! .— le deseó.
— De acuerdo .— y dicho eso, abrió la puerta para abandonar la casa.
Como no, camino hacia su preparatoria se colocó sus cascos Somy color blanco para a continuación poner play a su lista de reproducción de canciones.
No tardó nada en sumergirse en el mundo de la música, ignorando todo lo que había a su alrededor.
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— Tsukki, ¿ya sabes que Not Girl publicó su nuevo albúm? .— preguntó animadamente un pecoso a su amigo delante de su escritorio mientras se apoyaba en él con las dos manos.
— Ya estaba al margen antes de que lo dijeran por las noticias .— respondió secamente el de las gafas, con su tono de siempre.
— Eso quiere decir que ya te los descargaste, ¿verdad?
El rubio detuvo su mano donde tenía su bolígrafo mientras escribía con él alguna que otra cosa en la agenda, alzó la mirada para verlo haciéndole entender que había acertado.
La sonrisa del peliverde se hizo más notable —. Lo sabía.
La puerta del aula se abrió, todos los alumnos miraron a la dirección en el que se había provocado el ruido y vieron como el maestro entraba con el libro de la materia.
Clara señal que debían de sentarse en su sitio.
Todo el aula se quedó en silencio unos minutos después, menos la voz del mayor que explicaba la lección del día.
A parte de que también se podía escuchar los lápices y bolígrafos escribir en la superficie de la hoja de cada estudiante.
Kei estaba escuchando atentamente el profesor, sin embargo su mente se desvió a la compositora de tan solo un año mayor que él que salió esa mañana en televisión.
Debía admitir que sus creaciones lo dejaban asombrado y era lo primero que escuchaba cuando se despertaba y lo último cuando se va a dormir.
¿Cómo le puede enganchar tanto sin que tenga letras para describir el tema?
Sí, chicos y chicas.
Not Girl es una joven que compone solo con batería y guitarra eléctrica.
Su música no se basa en relatar alguna historia con palabras, si no que los fans que escuchan se imaginen ellos mismos sus narraciones acompañados por las composiciones de la chica.