Hacía un día espléndido, el cielo estaba despejado sin amenaza alguna de parte de ninguna nube, se podía escuchar el canto de los pájaros que anunciaban un nuevo día soleado.
Los rayos de sol daban calorcito a cada persona que se presentaba ante ella en la calle, haciendo que se sintieran lo más cómodos posible.
(T/n) acababa de marchar de casa para ir a su primer día de escuela, parecía ser que esta mañana tan iluminada se había preparado expresamente para ella, con la intención de darle ánimos a seguir adelante.
La peli(t/c) entró a la estación de tren y miró la pantalla donde se enseñaba el horario. Efectivamente podría coger el tren a tiempo, quería llegar lo antes posible para dar una buena primera impresión.
En poco llegó el transporte y ella se ubicó delante de una de las puertas, poniéndose a un lado para que la gente que había dentro pudiera salir sin ninguna molestia.
Enseguida entró cuando tuvo oportunidad y al no encontrar ningún situo libre, se situó en una de las barras para poder agarrarse. No pasaba nada si no se podía sentar, eso no quitaba lo nerviosa que estaba por llegar a la escuela.En la siguiente parada, un hombre se puso al lado de ella, agarrándose también a la baranda. Ella se incomodó ya que sintió su presencia demasiado cerca, sin embargo trató de ignorarlo porque pensó que esa aproximación era debido a que había mucha gente en el vagón.
Decidió observar por la ventana para distraerse, el cielo seguía azul y con una bonita iluminación. Estuvo tranquila durante unos segundos los cuales fueron interrumpidos por un tacto en su muslo derecho. (T/n) se asustó y miró al señor de al lado, parecía ser que el mayor estaba viendo otra parte del tren sin mantener contacto visual.
La joven se separó de él dos pasos con miedo, pero el hombre hizo lo mismo sin vergüenza alguna.Ella se asustó al darse cuenta de la pequeña acción que hizo y al saber sus intenciones bastante clara, la alegría que tenía hace unos minutos fue destruida en segundos.
Se encogió en su sitio con temor a su siguiente movimiento, seguido así notó su mano tocándole la cadera para después ir bajando.
Lo apartó con el brazo con la intención de darle un alto, no obstante el señor no tenía intención de parar.— Para, por favor .— dijo en un hilo de voz, tratando de apartarse de él.
— Es tu culpa por tener un cuerpo tan bonito.
Sus ojos (t/o) empezaron a humedecerse mientras sentía la mano del mayor pasearse por encima de su uniforme escolar, suplicándole que parara en susurros los cuales él hacía caso omiso.
— ¡Déjala en paz! .— un grito se escuchó entre la gente —.. ¡La estás molestando!
El propietario de la voz se hizo ver entre la multitud, acercándose para ir hacia donde se encontraba la peli(t/c) siendo acechada por ese hombre.
A los ojos de la joven, vio un chico de cabello gris con mechas negras que se aproximaba, era de alta altura y con cuerpo trabajado, cosa que no fue de extrañar que asustara al acosador.— ¡¿Qué quieres, eh?! .— se defendió como si fuera inofensivo.
— ¡Qué te apartes de ella!