Desenlace

~1~

Podía notar como crecía su pequeña pancita, sentía que no sólo esa pequeña criatura crecía dentro de él, sentía cómo crecía otra cosa, sin saber decir exactamente qué pero está ahí, presente y fuerte.

Se sentía jodidamente indefenso y eso no le gustaba para nada, no le gustaba que lo vieran caer en la debilidad que le estaba ocasionando eso, ni siquiera sabía exactamente cómo terminó metiéndose con U.K. y embarazado de él, quizá fue el alcohol, el como siempre lo trató o esos ojos oscuros color azul en los que se perdía, como en el cielo nocturno y el brillo apenas perceptible que lucían cuando se miraban.

Sea cual fuera la razón ahí estaba, acariciando su vientre y escondido en la habitación que anteriormente le había asignado el inglés. Pudo escuchar cómo entraba, sería él o alguno de sus hijos o su ex esposo, oh sí, él y el francés no se llevaban bien, no se llevaron bien y con esto menos, así que lo poco que estaba dispuesto a mostrar de debilidad desapareció en cuanto Francia hizo presencia en la casa y le armo un drama al inglés, reclamando el que se metiera con un sucio tercermundista, no sólo que se metiere si no que se atreviera a concebir un sucio bastardo, manchando su buen linaje y bla bla bla, por supuesto que el tricolor no iba a dejar que lo insultara y tratara como una puta, no, claro que no, se plantó frente al francés y comenzó a responder cada insulto y en cuanto esté le soltó una cachetada comenzó a golpearlo, terminó por tenerlo en el suelo dando golpe tras golpe a su rostro.

Ese día el inglés los tuvo que separar, no sólo eso, defendió al francés y le reclamó por su conducta, aquella forma de hablar con que siempre lo alagaba y apoyaba, aquella forma de hablar que lo había embelesado se había vuelto en su contra para ofenderlo y reprenderle, fue la primera vez que quiso huir de los "cuidados" del inglés, la primera pero no la última, ni la última pelea que hubo con el francés.

Aún no sabe por qué deja que venga a la casa, siempre que lo hace le gustaría correrlo a patadas, pero prefiere mantener las cosas en paz, sabe que no le conviene hacerse de enemigos y grandes conflictos, más grandes conflictos.

Aunque no todo es tan fácil como para decir que odia estar ahí, todo es confuso, desde antes, desde antes de aquella noche en el bar, antes de incluso llamarse México...