—Ya no te mientas, Ginger —habló la de cabellera rubia — El solo tiene ojos para Leonhardt, no hagas esto mas difícil —suplicó Riko con una expresión de pena hacia su mejor amiga.
—Como sea, Riko —murmuró con molestia
—Nunca me hice iluciones con él ¿Entiendes?
—exclamó con enojo pero en su tono se mezclaba la tristeza —No es la primera vez que me dicen sobre lo enamorado que esta de ella —habló rodando los ojos mientras movía sus manos al decir “Enamorado” —Sé que no tengo oportunidad, sé que no sabe que existo y por eso no quiero que me vengan con la misma mierda cada vez que habla con alguien y la menciona como lo mejor de este mundo del culo —sus lágrimas amenazaban con salir, sus ojos verdes se veían completamente lastimeros al igual que su expresión.Riko quedó sorprendida, nunca le había visto reaccionar de esa forma pero sabia que muy adentro se sentía asi, tan ignorada, ella lo daba todo para él, ¿Qué tenía ella a cambio?, ¿Por qué insistía?—Entonces, dejaló ya —propuso la rubia tornando su rostro a seriedad absoluta. La de ojos verdes simplemente desvío su mirada dando a entender a Riko que no lo haría, que simplemente era imposible —Está bien. Debo hacer un par de cosas —avisó sin expresión alguna. Suspiró dandole la espalda para luego salir de la habitación.
El portazo fue señal para la de rebeldes cabellos para romper en llanto una vez más. Su móvil empezó a sonar, levanto su mirada alejando los mechones que se colaban en su frente para ver de quién se trataba.
“La rubia con esteroides” leyó para asomarse y ver que era una videollamada. Necesitaba a su mejor amigo pero no quería que la viese en esas decepcionantes condiciones por lo que bajo de su cama respondiendo la llamada para que no se colgara y camino hasta el baño en su pieza para lavarse el rostro.
Reiner se encontraba acostado en el sofá mientras Bertholdt hacia un trabajo de química. El rubio se encontraba confundido por ver solamente el techo de la habitación de la de pecas creyendo que el celular tenia un fallo para que aceptase su llamada.
Río por la estupidez que penso—¡Oi enana pecosa!—exclamó haciendo sobresaltar a su azabache amigo quien fruncio el ceño observando que se trataba de una video llamada.
La pelirroja escucho el molesto grito de su rubio amigo —¡Espera rubia, voy en un momento!—vocifero desde el baño secándose con una toalla.
Miro hacia el maquillaje que Riko usaba para cubrir sus ojeras pero lo pensó mejor y decidió que seria una exageración. Además con sus pecas y Reiner quién ya le conocía como la palma de su mano, no funcionaria para esconder la hinchazón de sus ojos gracias al llanto.
Bertholdt no pudo evitar reír ante el apodo de la chica. EL rubio asomo su cabeza por el respaldar del sofá mirando de mejor forma al chico de ojos verdes—¿Pero de qué te ríes, Escalera? —cuestiono alzando su fina ceja.
— Te corrompe hablar con esa chica —lanzo una pequeña risa mientras acomodaba sus lentes volviendo su vista al computador—R-Rubia—balbuceo mas adorable que burlón.
Reiner gruñó para volver su vista nuevamente a su laptop. Alguien levantó el móvil de la pelirroja dejando a la vista los desordenados zapatos y muchos abrigos en el suelo—¿Tú hablandome? ¿Qué sigue?, ¿Qué los gatos ladren?—se mostró burlona acostándose en su colchón para ver al rubio.
—Eres una maldita enana del demonio, las pecas se te van al cerebro, yo aquí preocupándome por ti y de paso me mandas, delicadamente, al demonio. Estúpida mi preocupación idiota — dramatizó el rubio haciendo que el chico a sus espaldas lanzara una carcajada junto a la pelirroja en su laptop.
Ginger rodó los ojos y Reiner freno las risas para verle confundido ante su acción.
—¡No me digas así rubia! —exclamo con sus mejillas coloradas debido a la cólera y a la vergüenza que le daba tal apodo. Le hacia sentir como una niña de no más de cinco.
Reiner tapó su boca y empezó a lagrimear ante la graciosa expresión de su amiga. Bertholdt río una vez mas por el divertido apodo que le dio la efusiva chica con la que su amigo hablaba cada dos noches. Aveces se preguntaba si era su pareja o de quién se trataba, tan solo sabia que tenia pecas debido a los sobrenombres del de ojos marrónes.
— Lo siento, lo siento —se disculpo calmándose finalmente pero su vista viajo hasta los grandes ojos de su amiga los cuales se encontraban hinchados y rojos. Aquello eran señales de llanto reciente.
La pelirroja se percató de lo que miraba el chico y cerro sus ojos tapando su rostro con su mano derecha. A él rubio no le hizo gracia las pequeñas risas que la chica lanzaba falsamente—¿Fue él de nuevo?—cuestionó con preocupación y a la vez molestia.
Bertholdt escuchó eso y le dio curiosidad sobre quien le habría hecho daño a la simpática chica de pecas. Ahora envés de sus risas, sollozos fueron oídos en cambio, a Reiner le partía el corazón ver a su mejor amiga de tal forma y rabia saber que él causante no era nadie mas que él chico a quien nombra como su mejor amigo.
Con lágrimas resbalándose de sus mejillas asentía mientras hipeos salían de sus labios—Es difícil saber que la persona que quieres, desea a otra en cambio—aquello le dio una punzada a él azabache dándose cuenta que no era él único en tal situación.
—Lo resolveremos, enana...
ESTÁS LEYENDO
The Beginning || Bertholdt Hoover
Fanfiction❝ Todo final tiene un nuevo comienzo ❞ Esa pequeña frase describia sentimientos encontrados. Bertholdt es un chico cegado con su alrededor, creyendo que algun dia tendra una oportunidad con la rubia dueña de sus pensamientos, quería conseguir algo...