— Y asi termina la maldita mudanza— vociferó la pelirroja tirándose a su cama con cansancio.
— Cariño, no fue para tanto —argumentó el azabache saliendo del armario ya con su pijama puesta. Lo único que deseaba era descansar luego de un ajetreado dia.
La pelirroja se encontraba boca abajo ya en la cama. Todo el día se la pasaron halando cajas con los muebles correspondientes a su nuevo hogar.
A Bertholdt le habían ascendido por lo que debieron mudarse de su ciudad natal donde juntos empezaron su historia en aquel festival de invierno. El hombre de gran estatura rascó su barba con incomodidad para encaminarse a la cama que compartía con su prometida.
Al sentir el peso del azabache en la cama, con sus pies se deshizo de sus bailarinas que había ocupado a lo largo de su día; gateo para estar en el regazo de su novio, quien había decidido leer un libro pero tal parecía que la de pecas necesitaba atención.
Debido a que su cuerpo era pequeño a comparación del de casi dos metros podía colocar todo su cuerpo enrollado sin problema alguno en el regazo de Bertholdt quien no se quejaba pero al igual se encontraba cansado después de la actividad que tuvieron en el día.
Dejó su libro en la mesa de noche y pasó su mano a lo largo del cabello de la chica encima de su cuerpo, quién tenía respiración tranquila mientras disfrutaba el contacto en su cabellera, le relajaba en demasia, se sentian como las caricias mas suaves que en su vida tendria, era una de las maneras únicas en que Bertholdt sabia consentirla. Y ella tan solo sonreia, sintiendose afortunada por todo lo su que había pasado en su vida, sin arrepentirse de nada.
Suspiró llamando la atencion de Bertholdt —En serio, en un punto de mi vida... llegué a creer que una historia contigo ni siquiera tendría un comienzo —musitó haciendo sonreír al de ojos verdes quien seguia con sus adictivas caricas permitiendose ir más alla que solo su suave y rizado cabello.
Le daba gusto que Gaby le hubiese soltado aquel comentario tan vago en ese día en que creyó que nada saldría como los cuentos de hadas que siempre solía leer o historias románticas que su amiga, Mikasa, siempre leía en sus tiempos libres.
Ahora sobre su cuerpo tenía a una mujer que tal vez no tendría el mejor carácter y tampoco fue su primera opción o primer amor, pero con la simple razón que esa mujer tenia como nombre Ginger Heart a quién llevaría al altar en menos de un mes, quien le ha acompañado en tantos momentos malos como buenos, la chica con quien había vivido su adolescencia hasta llegar a este momento y por muchas razones más, la amaba con toda su alma y si en algún momento le faltara, no sabría qué hacer.
Plantó un beso que se perdió entre los rojos cabellos de su novia — Lo tuvo— susurró buscando las manos contrarias, las propias encontrándolas para así apretarlas y llevarlas a sus labios besándole el dorso— Y espero que nunca tenga un final —sonrió. Ginger se removió sentándose a horcajadas. Tomó el rostro de Bertholdt entre sus pequeñas manos, depositando un suave y lento beso en los labios de su prometido quién correspondió inmediatamente.
— Lo mismo espero, Berth —dijo entre los diversos besos que se perdian uno a uno en los labios de su novio.
"Todo final tiene un nuevo comienzo. "
Al final cuando Ginger se rendía ante toda oportunidad con Bertholdt, cuando él pensó que nadie estaría junto a él, cuando finalmente se había rendido ante un amor no correspondido... Allí comenzó su historia.
Ese fue su comienzo.
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Con esto, oficialmente doy por finalizada esta historia. Agradezco el gran apoyo que me han dado. ♡
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The Beginning || Bertholdt Hoover
Fanfiction❝ Todo final tiene un nuevo comienzo ❞ Esa pequeña frase describia sentimientos encontrados. Bertholdt es un chico cegado con su alrededor, creyendo que algun dia tendra una oportunidad con la rubia dueña de sus pensamientos, quería conseguir algo...