Capítulo 2: Héroes Rotos

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Torre de OverLord
Punto de vista de Overlord

Me paro al borde de la cornisa, para todos en Metrópolis esta fue alguna vez la torre Luthor Corp, en ese entonces todavía usaba el nombre de Superman, cuando todavía tenía esperanza, antes de que Bizzarro explotara y matara a mi esposa, a nuestro hijo no nato y a la mitad de la ciudad, incluyendo a mis amigos, no se lo perdoné, ese día crucé la línea, arrojé a Luthor por la ventana y mientras lo escuchaba gritar por ayuda, simplemente me di la vuelta y lo ignoré.

Luthor me mostró lo peor de la humanidad, no le importó que o a quien sacrificara, incluyendo a su hermana, Lena, pobre, chica, aún recuerdo como me pidió matarla para que no dañara a nadie mas, después de muerto los secuaces de su hermano la transformaron en ese monstruo hibrido de Metallo y Doomsday, Kara no lo soportó y se quebró, algo en ella cambió, dejó de ser la esperanza de Ciudad Nacional y se transformó en un símbolo de tristeza.

Los recuerdos abruman mi mente, después de matar a los Luthor vagué por el mundo viajando de ciudad en ciudad aprendiendo y viviendo como humano, padeciendo hambre, frío, hasta que llegué a Kahndaq, ahí vi que la sociedad vivía en armonía, no padecía ninguno de los males del mundo exterior, fue en ese lugar que lo conocí, Black Adam, el único hombre que me ha podido hacer frente simplemente con sus puños, tras una pelea entre ambos y aprender lo que pude de él regresé a Metrópolis.

Dejé atrás mi traje azul y rojo para remplazarlo por uno negro y rojo, regresé no como Superman, sino como Overlord, tomé posesión de la Torre e invité a los héroes de la Tierra a unírseme, varios se negaron, pero respeté su opinión, siempre y cuando no se metieran en mis asuntos, no quería gobernar, quería justicia, los héroes que habían sufrido tanto como yo aceptaron y formamos la Alianza, listos para instaurar un nuevo sistema de justicia, uno que castiga a los criminales, cada uno tiene su forma, yo los arrojo a la Zona Fantasma, Ciudad Central tiene la prisión mas impenetrable del mundo, incluso para mí, Ciudad Nacional tiene los collares de obediencia, el último reglado de Lena para el mundo, el caso mas extremo es Ciudad Star, ahí, cada castigo es brutal, pero justo.

Desconozco la razón por la que nos reuniremos, hoy es una fecha importante, una que incluso a mi me duele, es un día de luto mundial, es el aniversario de la caída de Ciudad Central a manos de Zoom, usualmente Red Streak, o como lo conocían antes Flash, se aísla del mundo, desaparece dejando a sus amigos al mando, incluso los criminales guardan esta fecha, ellos también perdieron amigos y familiares.

Se acerca la hora pactada, abro la azotea del edificio para que los héroes empiecen a llegar, el primero en llegar como siempre es mi mejor amigo, a quién siempre recurro en momentos de debilidad, Black Adam, las nubes de tormenta y el relámpago anuncian su llegada.

-Adam

-Overlord, que gusto verte amigo.

-Lo mismo digo, aunque me gustaría que fuera en otras circunstancias, ¿Cómo están las cosas en Kahndaq?

-De maravilla, la población ha aceptado a los extranjeros y estos a su vez saben lo que les pasará si rompen las reglas.

-Tu nación es un modelo a seguir, espero que cuando lo logres puedas compartir como lo hiciste con el resto del mundo.

-No lo dudes, ¿Sabes para que nos reunió Allen?

-No, pero dice que es importante, y debe serlo, sabes lo dura que es esta fecha para él.

-Tanto como el 17 para ti.

Ambos nos quedamos callados mientras Eeve Tessmacher entra a la sala, le pregunto que ocurre y ella pregunta si deseamos algo de beber, ambos negamos y ella se retira, Adam pregunta porque la tengo a mi lado si fue aliada de Luthor, la respuesta es sencilla, mantener a mis amigos cerca y a mis enemigos, aún mas, además, es lista y me ha ayudado a entender la tecnología de Lex, cuando llegó a mi pude ver su arrepentimiento, su pena, su deseo por enmendar sus errores.

Tierra-53 Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora