Amor enfermizo- Sabo x Luffy

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¡Por fin! - Luffy saltaba de alegría con pequeñas lágrimas en sus ojos -¡por fin somos libres! Los hemos matado a todos

El azabache se lanzó a los brazos de su pareja, estaba muy feliz, ahora ya podría salir a las calles sin miedo a ser reconocido, sin tener que pensar que esos hombres puedan encontrarlo.

Por fin habían acabado con todas esas personas que los lastimaron cuando eran niños.

Hiken lloraba de rodillas en el suelo, ahora podía estar en paz, sin estar con ese sentimiento de frustración al pensar que esos viejos andan libres sin tener su condena.

Ahora por fin podría disfrutar de su libertad y que Ace ya pueda escoger.

Luffy volteo y su sonrisa se desvaneció, miró con algo de tristeza a ese azabache con tatuajes.

Law miraba el cuerpo del hombre al que una vez admiro, el científico Ceaser

Ese hombre que era reconocido mundialmente por sus grandes avances científicos pero que participaba en la trata de personas.

Torao? -

El azabache suspiro y miró al pequeño D, solo le sonrió con dolor, era tiempo de decirle adiós a la persona que ama.

Lo harás? - sabo no estaba muy de acuerdo con esa decisión.

Pues sabía que le dolería demasiado despedirse, el amor de law era igual de intenso que el suyo con Luffy.

Debo hacerlo, es lo mejor -

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Llegaron a su casa en donde law subió a su habitación, se detuvo enfrente de la puerta, tratando de controlar su corazón.

Respiró profundamente para tomar valor y abrir la puerta.

Como era de esperarse, dentro de aquella recamara se encontraba corazón, el cual estaba acostado en la cama mirándolo con algo de miedo.

El rubio tomó su camisa de las orillas para empezar a desvestirse pero law lo detuvo.

Quiero hablar contigo -

He.. He hecho algo malo? -

Law negó con la cabeza y caminó hacia la cama para sentarse en ella.

Sabes.. Mi amor por ti comenzó cuando me salvaste de vivir en las calles,- Sonrió recordando aquel momento - me diste un lugar al cual llamar hogar, me diste un apellido y me educaste pero...

Apretó los puños, recordando la razón de su descontrol.

Odiaba que ese hombre te lastimara, que cada vez que llegaba tú agacharas la cabeza y te arrodillaras para que ese imbécil te tratara como un saco de boxeo -

Rocinante solo escuchaba atentamente, recordando todas esas noches de dolor y como el pequeño law miraba desde las esquinas, oculto debajo de la mesa.

Pero a pesar de todo eso, tú me sonreías,... Nunca perdiste tu sonrisa, te convertiste en mi luz en toda esa oscuridad - suspiro alzando su cabeza, mirando el techo - desde esos momentos mi manera de verte cambió, ya no te veía como mi padre, si no como la persona que amo.

No se dio cuenta en que momento las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, pero no podía detenerlas, pues aquello le dolía.

No sabes cuánto sufría al escucharte ser tomado por ese hombre, como gemías su nombre en cada noche, era doloroso escuchar a la persona que amas, follar con otro -