Sabo esta enamorado de su pequeño hermano Luffy y hará todo lo posible para que este monito sea solo de él.
Aunque eso signifique matar a todo aquel que se entrometa en su camino.
Alvida había recibido un mensaje de su querido amor. Caminaba por las calles de la ciudad con alegría y emoción.
Vestía una blusa con un gran escote que no dejaba nada a la imaginación, tenía una falda que alcanzaba a tapar sus muslos, poseía unas botas largas que le llegan encima de sus rodillas.
Iba con toda la intención de tener una gran noche con el rubio de sus sueños, ¿pues cual otra razón habría en que un hombre te citará a altas horas de la noche y en un hotel?.
Llegó al lugar, quedó encantada, era un hotel de 5 estrellas, un lugar grandioso y digno para ella.
Su rubio si que sabía como enamorarla.
Camino hasta la recepción en donde un hombre algo mayor la recibió con una sonrisa.
Puedo ayudarle -
Si, en que piso se encuentra la habitación 502 -
El hombre investigo en su computadora - piso 4
Alvida agradeció y camino al elevador donde apretó el botón correspondiente al piso y espero.
Mientras el elevador subía, verificaba su maquillaje, acomodo un poco su escote para que mostrará más y alzó un poco más su falda. Estaba emocionada.
El elevador abrió sus puertas, y ella salió, camino por aquel pasillo hasta que llegó a la habitación.
Tocó la puerta, no recibió respuesta, tomó la manija y la movió, se dio cuenta que estaba abierto.
Abrió la puerta y metió la mitad de su cuerpo - sabo.
Alvida -
La mujer chillo de alegría al ver al hombre de sus sueños vestido con un traje negro que se entallaba perfectamente mostrando sus bíceps bien marcados en la tela.
Alvida entró y cerró la puerta.
En su rostro se encontraba una sonrisa de alegría pura
Sabo la veía con una pequeña sonrisa, en sus manos se encontraba un vaso con wisky, y a su espalda se encontraba una gran ventana que dejaba entrar la luz de la luna.
Alvida camino hasta el rubio - sabo
Sabo le sirvió un poco de la bebida y se lo acerco a la chica, quien gustosa lo recibió y le dio un trago
Sabo acarició su rostro con cariño, sus ojos tenían un brillo que hipnotizaban a la chica.
Alvida dio un pequeño paso, pero su cuerpo se tambaleó, sentía como si todo le diera vueltas
Que.. Que me pasa? - se recargo el pecho de sabo, alzó su rostro y alcanzó a ver una sonrisa extraña en el rubio.
No alcanzó a decir nada, ya que su cuerpo se relajo y se durmió.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
