Viernes 4 de Diciembre.
Estaba tan ansioso.
Pasaría por el a la puerta de su casa. Odiaba las cursilerías, pero creía que por ciertos labios rosados adornados por dos hoyuelos, ciertos ojos verdes y ciertos rizos sedosos, valía la pena.
Era curioso, ni siquiera el mismo se reconocía. Si en otro momento, le hubieran dicho que llevaría a un locutor de radio a una serie de citas para conquistar su corazón, ¡diría que es ridículo!
En otro momento...
Lo mas extraño era, que Louis no se sentía un idiota, como comúnmente solía hacerlo cuando de llevar a algún lugar especial a Zayn se trataba.
Cuando tenía citas con Zayn siempre se esforzaba por impresionar a sus suegros y a sus padres, en realidad jamás disfrutaba. Solo sonreían a la cámara, se tomaban de las manos y se retiraban. Sabía que estaba mal.
Conducía hacía el hogar del rizado en aquel auto azul que había rentado para la ocasión mientras recordaba que todo se hallará en orden. Se encontraba a cinco minutos de la casa del ojiverde y se sentía tan emocionado. Sonreía y... a pesar de que nadie pudiera verlo, sus mejillas estaban coloradas de un rojo furioso pero sutil.
Se sentía ansioso, se sentía emocionado, se sentía feliz, se sentía vivo.
Tenía planeado llevar a Harry a un lugar muy especial. No lo llevaría al restaurante mas caro, ni al teatro mas lujoso, no al menos por ahora. El quería iniciar llevándolo a un lugar donde la luz del día sienta celos por el brillo en los ojos de Harry, un lugar donde puedan hablar tranquilos, donde se respire la calma de cada momento.
Quizás era una locura, quizás era una precipitación, de la cual no se anticiparían fácilmente las consecuencias pero ¿Quien era el para predecir lo impredecible?
Nadie, no era nadie para temer y detener el amor a un par de inexpertos enamorados.
Hoy se permitiría abrirse por primera vez frente al ojiverde, no esperaba nada a cambio, solo ser escuchado.
Y así fue como aparcó su auto fuera del portón de la casa del rizado. Le envió un mensaje, indicándole que ya se encontraba afuera de su casa. No estaba nervioso, se sentía, mejor dicho, ansioso y emocionado, como un niño pequeño que pronto entrará a una juguetería o quizás a la escuela.
Solo espero dos minutos y el rizado salio. Bajando el porche de su entrada. El sol parecía ser un gran enemigo de Louis pues daba directo en los ojos de Harry, haciéndolos ver claros y brillantes, y el aire hacía volar sus rizos. Era perfecto.
El rizado había optado por un atuendo cómodo, adecuado para cualquier lugar en pleno día. Se veía espectacular luciendo una chamarra color beige cerrada y con las mangas arriba de los codos, jeans negros, botas color café y una gorra estilo boina color negra.
Louis por su parte llevaba un pantalón azul, una camisa blanca y un abrigo color café que llegaba arriba de sus rodillas. No era un abrigo para cubrirse del día, pues hacía un sol casi cegador. El abrigo era para guardar una flor.
Una alstroemeria, para ser exactos.
Bajo del auto, como todo un caballero para abrir la puerta a Harry, quien no era capaz de alzar la mirada pues ocultaba un tinte rosado en sus mejillas y no era el maquillaje que había usado esa mañana para la ocasión.
Asintió con la cabeza a modo de respuesta y se adentro al auto. Louis lo imito.
El silencio era digno de apreciarse, hermoso silencio describido como un auto en movimiento, el choque del viento con las hojas de los árboles, el cantar de los pájaros y el sonido de la calmada respiración de ambos. Una digna escena de percibir.
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"Indefenso" • [Larry Stylinson] PAUSADA
FanfictionUn accidente insignificante en motocicleta puede desatar una cuestión grave de salud y Harry lo descubrirá al mismo tiempo que comenzará a experimentar el amor hacia Louis, quien solo intenta protegerlo. Donde Harry es locutor de radio y Louis un...