El efecto de la luna [Fanfiction EXO/NCT]

Capítulo 9: La historia del lobo marrón

La canción de este capítulo se llama Trust, de Boy Epic, he dejado un vídeo con subtítulos para que puedan darse el tiempo de observar la letra y pensar, como yo, que es la canción idónea para el KaiSoo de esta historia. 

Capítulo 9: La historia del lobo marrón

Estro

     Kyungsoo llegó a casa de Jongin un miércoles por la tarde cuando la caída del sol hacía que el cielo se tiñera de color naranja y rosa. De adelantarse tan solo diez minutos no hubiese encontrado al profesor quien recientemente volvía de la academia.

     —Cachorro, ¿estás bien? —preguntó Jongin en cuanto lo vio cruzar la puerta. —La señora Choi me llamó hace un rato para avisarme que vendrían a dejarte a casa y no me explicó nada más, ¿te ha pasado algo? —Se acercó a examinarlo.

     —Estoy bien. Me han permitido pasar una o dos semanas en casa esta vez.

     —¿Por qué harían eso? Aún no acaba el año académico y tienes que estudiar mucho si quieres empezar tus prácticas finales el próximo año.

     —Es porque estoy a punto de entrar en celo, profesor Kim —respondió sin mirarlo a la cara.

     —Oh. —Se detuvo de inmediato y respiró con cuidado a fin de descubrir el aumento en la dulzura de la fragancia del omega, pero no encontró ningún cambio. —No lo parece.

     —Ahora me conozco mejor y sé que vendrá en cualquier momento. Siempre empiezo soñando con la luna y el olor a la tierra... después viene la fiebre y el enrojecimiento de mi rostro junto a todas esas cosas que eres capaz de notar.

     —Entiendo.

     —¿Me ayudarás cuando empiece a doler? —murmuró. Jongin asintió.

     Esa tarde cenaron en medio de un incómodo silencio y por la noche, Kyungsoo insistió en que durmieran juntos una vez más, pero cuando llegaron a la cama, en lugar de acostarse, el omega se sentó sobre el regazo de su alfa.

     —Estoy un poco asustado —confesó con voz tímida.

     —Puedo olerlo, ¿qué anda mal, cachorro?

     —Tengo miedo del dolor que puedas provocarme si me tomas o me muerdes.

     —No te morderé.

     —¿No lo harás?

     —No, cariño, creo que aún eres muy joven para marcarte de esa forma.

     —Tengo veintidós años, profesor, ya no soy un cachorro —aseguró haciendo reír a Jongin.

     —Yo tengo treinta y estoy seguro de que, aunque ya no eres un niño, sigues siendo demasiado joven. Te marcaré cuando cumplas veinticinco si para ese entonces has decidido que deseas quedarte conmigo, y entonces, si así fuera, sabrás lo que es un nudo en medio de un celo. Antes no.