El efecto de la luna [Fanfiction EXO/NCT]

Capítulo 15: La historia del lobo gris

La otra vez me dejaron muchos mensajes animándome y se los agradezco, escribir para gente amable es de las mejores experiencias, acá hay una manada de lobitos adorables. Gracias.

Baekhyun

Capítulo 15: La historia del lobo gris

Celoso de sí mismo

     —¡¿Qué hay de malo con mi apariencia?! ¿Realmente te parezco tan feo?

     —Hueles a enojo ahora.

     —Hablo en serio, ¿es mi cabello el que no te agrada, ¿debo engordar o adelgazar? No es que vaya a hacerlo, pero quiero saber qué es exactamente lo que cambiarías de mí porque si solo lo dices así continuaré pensando que tienes muy mal ojo. ¿Te ha gustado alguien antes que yo?

     —No, Baekhyun, no me ha gustado nadie antes que tú.

     —No puede ser, eres viejo y no me das ni una sola referencia.

     —No soy tan viejo.

     —Eres seis años mayor que yo.

     —Lo dicho, no soy tan viejo.

     —Piensa en los omegas que conoces y dime cuál de ellos o ellas te parece una persona atractiva.

     —Bueno, Kyungsoo es un buen omega, es fuerte, inteligente y maneja muy bien a Jongin, pero también se lleva contigo y otros omegas como el tal Luhan.

     —Me refiero a su apariencia, ¿crees que Kyungsoo es sexy?

     —Creo que es atractivo, cuando lo conocí le dije a Jongin que no me importaría quedármelo, aunque en ese momento lo hice solo para molestarlo.

     —¿Te gusta mi mejor amigo?

     —No él. Me gusta su altura y su peso.

     —¿Qué anda mal con tu cabeza? —me desesperé— Mi altura y peso es similar a la de Kyungsoo, ¿cómo no lo has notado?

     —Te traje a un lugar de paz y pareces muy enojado ahora, tal vez este sitio no funciona en feos.

     —¡DEBERÍA SACRIFICARTE EN ESA PIEDRA DE ALTAR! —Me levanté echando humo por las orejas y grité antes de oírlo explotar en carcajadas. Jamás lo había visto así de feliz, incluso se sujetaba el estómago al reír—. Oh, diosa —froté mi rostro más calmado ahora—, estás burlándote de mí solamente. Eres un idiota —Me volví a sentar a su lado.

     —No puedo ser el único que sufra de mal humor todo el tiempo. —Limpió sus ojos porque de la risa hasta había lagrimeado, lo que antes de ese día yo consideraba completamente imposible.

     —De cualquier forma, no hay nada que pueda o quiera cambiar de mi apariencia, así que tendrás que conformarte con un omega feo, al menos te parezco adecuado en el sentido más funcional de la expresión, lo que ya es bastante sorpresivo, vamos a agradecer por lo que tenemos y a ignorar lo que nos hace en falta, ¿de acuerdo, esposo?