El efecto de la luna [Fanfiction EXO/NCT]

Capítulo 11: Calabozo

Baekhyun

Capítulo 11: Calabozo

     No sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado, pero todos mis instintos me indicaban que había caído la noche. Chanyeol habíame arrastrado hacia los calabozos de Selene, en cuyas celdas aprisionaban a los peores enemigos de la manada que, por uno u otro motivo no habían acabado muertos. Era una secuencia de diez celdas en dos hileras que en aquel momento estaban casi llenas de selenios que habían traicionado a la alfa Joy y me sorprendí de ver que en la de mi derecha estaba, envejecido, Deke, el padre de Kyungsoo. Todos en ese sitio eran alfas, me lo dejaron muy en claro. Sabrá la diosa desde hacía cuánto tiempo aquellas criaturas despreciables no veían a omega alguno puesto que desde mi entrada sus gruñidos no se hicieron esperar. 

     Chanyeol se fue y me dejó temblando en el centro de mi celda, temía hacerme a las esquinas por donde los lobos de ambos lados metían sus garras intentando alcanzarme. Jamás escuché tanta ofensa sexual y jamás vi comportamiento más deplorable de ningún ser vivo como aquella vez. Incluso intentaron eyacular con el suficiente impulso como para que su semen cayera sobre mí, intentando dejar sus olores y de alguna forma, reclamarme de entre los otros reos. Apenas pude hacerme un ovillo en el piso y cubrir mis oídos en tanto las horas transcurrían sin disminuir aquel pandemonio.

     Cuando Chanyeol y Joy ingresaron, su enfado y su poderío era tan fuerte que uno a uno, todos aquellos desagradables alfas fueron callando. Ambos se detuvieron frente a mi celda con el gesto más tosco que pudieron ponerme.

     —Ahora te voy a dar una oportunidad de aclarar las cosas, pedazo de mierda —gruñó Chanyeol. Sus ojos estaban rojos y aún tenía crispado cada vello en su cuerpo. Vi que Joy parecía más contenida, pero yo la conocía lo suficiente como para saber que tan solo era una postura porque ella vigilaba mejor su carácter, de lo contrario, estaría gruñendo mientras me sacaba los ojos.

     —No me acosté con él, te lo juro, ¡puedes olerlo en mí! ¡Puedes verificar!

     —¡Mentiste! Cuando los encontré la habitación apestaba a deseo. Así me pagas después de lo que hice por ti, pequeño perro desagradecido. —Se aferró a las barras de mi celda con fuerza.

     —Calma —le susurró Joy—. Podrás ver eso después, pregúntale lo que necesitamos.

     —Dime quién carajos era ese hombre y qué pretendías trayéndolo a Selene.

     —Era mi compañero en la universidad —dije soportando las ganas de volver a llorar— y vino a visitarme solo durante unos días. Tenía miedo de que lo malinterpretaras y por eso no te dije nada, pero...

     —¡ESO NO ME IMPORTA, BAEKHYUN! —gritó— No seas estúpido, y si te interesa continuar con vida, empieza a hablar ahora.

     —¡Es la verdad!