El efecto de la luna [Fanfiction EXO/NCT]

Capítulo 14: La historia del lobo gris

Chanyeol

Capítulo 14: La historia del lobo gris

El buen omega

      Grité, sé que grité, tuve que hacerlo más de una vez, aunque cuando intento volver a ese momento solo puedo recordar el espantoso dolor. Creí que me había arrancado el brazo y una parte de mí pensó que eso había sido todo, provoqué tanto al alfa Park que había acabado muerto, pero desperté lamentándome de estar vivo un rato más tarde, aullando sobre mi cama cuando Kyungsoo cambiaba mis vendajes. El hombro dolía de una forma difícil de describir, parecía que lo atravesaban espadas hechas de hielo filoso a la vez que espadas de fuego. Quemaba, ardía y arañaba. Aullé cada vez que intenté abrir la boca para hablar durante dos días completos. Para el tercer sol, desperté empapado en sudor y temblando, pero al menos ya era capaz de mantener la conciencia.

     —Bebe algo de agua —me ayudó Kyungsoo—. Ya has empezado a recuperarte, dentro de unos días estarás como si nada.

     —Dijiste que luego era placentero —reclamé mientras empezaba a llorar.

     —Lo fue para mí, pero cuando Jongin me marcó estábamos teniendo sexo y él procuró que fuera de la forma adecuada. Chanyeol en cambio... además, te ha dado una buena marca, nunca vi una de este tamaño.

     —Ya estoy cansado del dolor —jadeé—, dame medicina.

     —No existe medicina para esto, Baekhyun, lo único que puede mejorarlo es la saliva de tu alfa, pero Chanyeol se ha reusado —dijo lo último en tono molesto.

     —Maldito sea.

     Realmente la marca en mi hombro era enorme. Tardó medio mes en empezar a sanarse porque mi cuerpo estaba intentando hacerlo por sí mismo, sin ayuda del alfa que la había provocado. Aún ahora cuando lo recuerdo sé que él fue cruel, muy cruel.

     Cuando tuve la fuerza suficiente para volver a salir de la habitación, lo hice en mi bata blanca. No quería darme por vencido y a trompicones logré llegar al comedor en donde todos cenaban, era la única parte de la casa en la que la gente parecía reunirse de tanto en tanto. La cocinera se asustó al verme tan desmejorado y se apresuró en ofrecerme un plato de comida.

     —Gracias —murmuré con el cabello pegado a mi frente y sin color en las mejillas.

     —¿Estás bien? —se preocupó ella cuando dejó un tazón de sopa frente a mí. Las manos me temblaban mientras conducía la cuchara a mi boca.

     —Estoy más que bien —dije—, la mordida de ningún alfa es capaz de reducirme o acabar conmigo. —Chanyeol rio un poco de forma irónica cuando me escuchó provocarlo. Lo odiaba y no pensaba dejarlo verme vencido. Apresuré tres grandes cucharadas de sopa antes de que mi cuerpo se sintiera demasiado cansado incluso para comer, así que dejé caer la cuchara sin poder evitar el ruido que hizo y me levanté disimulando que aquello me estaba sobrellevando un gran esfuerzo. —Ya no quiero más, subiré a dormir un rato.