El efecto de la luna [Fanfiction EXO/NCT]

Capítulo 12: La historia del lobo gris

Hola, manada. Esta vez entramos de lleno a la historia del lobo gris con su alfa *susurra* les dije que el ChanBaek llegaría pronto c ; 

Baekhyun y Taeyeon

Capítulo 12: La historia del lobo gris

Vainilla y Chocolate

     Me esperaron para enterrar a Taeyeon. Aúlle junto a mis padres por su perdida. Olisqueé su antigua habitación y supe que, después de tantos años de no vivir en casa, poco de su olor quedaba en ella, comprendí entonces que la había perdido para siempre y desde aquel momento sentí que mi familia no volvería a estar completa nunca jamás.

     Estuve un mes echado en la cama lamentándome, Luhan y Kyungsoo me visitaban de vez en cuando y sostenían mi mano en silencio, comprendiendo el curso de mi dolor. Hasta que un día Tao entró a mi habitación como si fuera la suya propia. Mis padres caminaban tras él; mamá visiblemente preocupada y papá intentando contener su enojo.

     —Tenemos que hablar, cuñado. —Me senté disgustado de ver a ese lobo en casa. —Ha pasado un mes desde que tu hermana nos dejó.

     —Soy capaz de llevar esa cuenta por mí mismo —respondí con voz pastosa.

     —Espero que también seas capaz de comprender lo que un largo tiempo sin compañero podría hacerle a un alfa.

     —Sus celos no son tan marcados como los de un omega —dije sin entender por dónde iba aquello.

     —No dejan de ser importantes. Estoy acostumbrado a tener pareja desde hace años y siento que la soledad puede causar mella en mí.

     —No veo por qué vienes hasta acá a contarnos esto, si deseas tomar a otra omega, no creo que mis padres se opongan, ni mucho menos yo, haz lo que debas. —Intenté volver a mi cama.

     —Me alegra que lo veas así porque pretendo llevarte conmigo. —Me incorporé de un tirón en cuanto escuché aquella locura. —Amaba a Taeyeon más que a nadie, lo sabes. Busco su olor en casa rincón de la casa, pero está empezando a desaparecer. Creo que Tae hubiese sido feliz al saber que tú y yo, las personas más cercanas a ella, estamos juntos.

     —No —dije casi sin aire—. ¡Esto es una locura!

     —Eres un omega en edad de formar pareja y yo soy un alfa fuerte al que ya le confiaron a una loba, no hay mejor opción.

     —¿¡Y cómo acabó la loba que se te confió, eh Tao!? ¿Crees que no sé que asesinaste a mi hermana? ¿Cómo te atreves tan siquiera a entrar a nuestra casa? —gruñí. Él enfureció con mi acusación.

     —Pequeño mentiroso —dio un paso hacia adelante intentando abofetearme, pero mi padre se interpuso. —¡Déjame darle una lección a este malcriado! —exigió.