Misión Imposible.

11

Unas horas después...

--¿Quieres bailar?

Wade elevó una ceja viéndome divertido. Sabia que esa canción era para bailar de otra forma, lento y juntos.

Asiente ya que lo jalo de la camisa. Empiezo moviendo mis caderas y mi cintura de forma lenta, al ritmo de la canción.

Estamos completamente solos pero aún así me es fácil acercarme y tomar sus manos. Él sigue los movimientos haciéndome dar una vuelta, antes de quedar de frente, me jala y choco mi espalda a su pecho.

Yo subo mis manos a su cuello, apretando mis caderas a las suyas, moviéndome por la canción. Wade sube sus manos por mi abdomen, tocando sobre mi camisa, pero yo me alejo sonriendo divertido.

La canción termina y sigue una con un ritmo similar, me acerco a la barra a servirme otro shot. Wade me sigue y se sienta a mi lado, yo siento su rodilla chocar con mi muslo, me acerco un poco.

Parece que se dio cuenta, ya que me da una mirada profunda que me llega hasta el fondo de mi alma, que me come por dentro y me hace desear estar con él en otros sentidos.

Me apegue más a Wade de espaldas, mientras escucho la lenta música en tono ardiente, siento la mano de Wade subir a mi cintura, debajo de mi camiseta, está tocando mi abdomen. Sus dedos ásperos trazan círculos, siento el frío metal de su anillo pero eso no fue lo que provocó mi escalofrío.

Lo siento reír y acerca su nariz a mi cuello, siente mi piel estremecida, su respiración choca y me hace jadear. Aprieta sus dedos en mi cintura y puedo sentir detrás mío su entrepierna. Bajo la mirada a mi derecha tratando de verlo, pero sin moverme.

Muevo un poco mis caderas y vuelvo a sentir su bulto. Lo siento colocar su otra mano en mi lado izquierdo y jalar mis caderas hacia él, lo hace duro y profundo.

Puedo sentirlo volverse más grande y pienso en lo duro que está, el solo pensamiento me hace moverme hacia atrás, dando un gemido. Mi mano derecha baja a su muslo, presionando mis dedos y yendo sigilosamente a su entrepierna, masajeando esa zona.

Lo escucho jadear en mi cuello, yo me recuesto en su pecho, manteniendo mi mirada al frente. La punta de sus dedos entra en mis jeans, rozando mi zona íntima, ahí yo enloquezco y pienso que si no me detengo, terminaré haciéndolo en un estado de ebriedad.

Tomo su mano y la quitó suavemente a la vez que me voy alejando. Lo veo excitando y confundido, aunque también frustrado. Yo me hago el desatendido y bebo otro shot de vodka.

Sirvo otro y me le vuelvo acercar, está vez de frente. Tomo su mejilla y mi dedo pulgar se posa en sus labios, abriendo su boca lentamente; Wade besa mi dedo y lame un poco con su lengua, yo lo veo aún emocionado y le acerco el shot.

Lo bebe, para mí sorpresa me abraza la cintura y me acerca a su pecho. Yo rodeo sus hombros con mis brazos y veo alrededor de la habitación.

  --Estoy muy ebrio...

  --Eso amerita que tomes otro shot de vodka.-Wade me miro atónito. --Esta vez será de sabor frambuesa.

  --Ugh, ese es mi perdición.-Dice tirando la cabeza hacia atrás. --Solo si tu también tomas uno.

Yo asiento y sirvo dos más.

  --No se como me iré a casa después...

  --No te preocupes. Puedes dormir aqui.-Digo con cierta lascivia. Mierda, como lo deseo en este momento pero no quiero que pase mientras ambos no estamos en nuestros cinco sentidos. Quiero estar completamente sobrio para saborear su boca, su piel y todo de él, quiero que él me pruebe y recuerde mi sabor, recuerde todo lo que pienso hacerle. Lamentablemente debo esperar.

  --Tu papá me mata si me ve aquí.

  --Mi papá nunca sabe lo que ocurre aquí en la casa. Por favor.-Insisto con voz suave. --No puedes conducir así.

  --Tu me embriagaste. Esta bien... Peter.-Yo rio al ver como sus ojos luchan por mantenerse abiertos. Aunque a mi también se me dificulta. --¿Quieres saber porque me fui así la otra vez que te enseñé a pelear?

  --¿Porque?.

  --Porque no podía más con tus coqueteos.-Murmuro.

  --Mis coqueteos son completamente reales.

Él me ve sorprendido. --¿De verdad? ¿Como es posible que yo te guste? Mírame.

  --Si, lo hago. Cada vez que te veo más y más me encantas.-Sonrio. --En serio me gustas, Wade.

--Necesitaba unos días para pensar en que hacer. No sabía si tus coqueteos eran intencionados y eso me confundía mucho.

  --¿Y ahora?.-Me acerco a su boca. --¿Están claras tus ideas? ¿Yo te gusto?

Las palabras salen solas de mi boca. Estoy en un punto de ebriedad en que no puedo diferenciar la fantasía de la realidad y donde primero actuo en lugar de pensar.

  --Si, Peter. Me encantas. Mierda, me pones muy caliente.-Dice como si nada y yo lo veo sorprendido. 

  --Wade, por Dios.-En serio no podía creer lo que acababa de decirme. --Acompañame.

Tomo su mano y lo jalo fuera de la habitación, pasamos por la sala y cocina hasta llegar a la puerta al jardín trasero, donde está la piscina.

Me coloco frente a él y empiezo a desnudarme. Él me ve de arriba abajo y copia mi acción. Entro lentamente al agua, apenas sintiendo lo fría que está.

Hago esto para que la borrachera se nos baje y poder hablar más tranquilamente.

Él entra a la piscina y nada hasta lo más profundo, donde estoy yo. Se detiene frente a mi, abrazando mi cintura y mirándome fijamente. --¿Fue demasiado lo que te dije?

  --No. Tu también me pones muchísimo.-Muerdo mi labio. --Pero prefiero escucharlo de ti cuando estés completamente sobrio.

Sonrie. --De acuerdo. Por la mañana, te prepararé el desayuno y te lo diré veinte mil veces al oído hasta que me creas.

Yo estaba muy feliz por dentro. Wade correspondía a mis sentimientos.

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