"Mi misión fue rescatarte, después hacerme cargo de tu seguridad, pero mi misión personal era no sentir nada por ti... Vaya misión imposible."
Peter es secuestrado por los diez anillos y su padre, Tony contrata a un ex militar para salvarlo.
NARRADO...
--Pero si estoy contigo.-Me mira dándome una dulce sonrisa y un beso en la frente.
--No.-Me incorporó apoyándome en su pecho para verlo mejor. --Quedate por siempre. Ya no quiero estar solo aquí.
Él deja de sonreír. --¿Sabes que para eso necesitamos hablar con tu padre?
Yo asiento bajando la mirada. --Si. Por ahora hay que decirle que es cosa de seguridad. No quiero soltarle la noticia de golpe.
--Hay que pensarlo.-Acaricia mi mentón. Yo lo veo tristemente. --No hagas esa carita de perrito regañado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Él se sienta y me ve con más claridad. --¿Sabes que me pareces tan adorable cuando haces eso? ¿Lo entiendes, mi príncipe?
Mi corazón se derretía al escucharlo mimarme así. Me siento apenado y escondo mi rostro en su pecho. Wade levanta mi cabeza y atrapa mi boca en la suya, me besa dulcemente probando mis labios, mueve lentamente su boca causandome una sensación de aturdimiento e hipnosis.
Cuando se separa, me ve sonriendo divertido y yo me desplomó en su pecho al verlo tan emocionado. Esa mirada que me dedico me hizo sentir mariposas en mi estómago.
--No me veas así.
--¿Porque?.-Acaricia mi cabello, dándome un leve masaje.
--Ahh...-Gruño entrando en trance. --Tus dedos son mágicos.
--Eso lo sabes bien.-Murmura con voz ronca y eleva mi cabeza por mi mentón para darle otro beso más ardiente.
--Muero de hambre. ¿Te gusta el sushi?.-Él asiente. --Voy a prepararlo. Escucha, me voy a cambiar pero no quiero que veas lo que me voy a poner.
Él sonríe levantando sus manos. --Esta bien.
Yo bajo de la cama y me acerco a mi armario para tomar unas prendas.
*
Estoy terminando de hacer los rollos de sushi cuando escucho la puerta principal abrirse. Yo miro la entrada, asustado.
Es mi padre.
--¿Papá? ¿Que haces aquí? Crei que te quedarías hasta tarde.
Estoy con los nervios de punta y empiezo a sudar. Esto no me esperaba para nada.
--Si, decidí salir de la empresa. Deje a mi secretaria de confianza a cargo. He pensado en lo que te dije, creo que hace mucho tiempo no pasamos tiempo juntos. Te parecerá raro pero, te gustaría que viéramos una película?.
Yo lo veo sin saber que responder. --Ah... umm...
--¿Que haces vestido así?.
--Este... ¿Que tiene de malo mi atuendo?
--Bueno, puedes vestirte como quieras. ¿Estas haciendo comida?.-Se acerca a la cocina. Ve los rollos en la mesa y toma uno para comerlo. --Te hablé en la mañana.
Yo casi me ahogo con mi propia saliva. --¿En serio?...
--Si. Toque tu puerta varias veces pero nunca llamaste. Igual cuando llegue en la noche, al parecer caíste muerto de sueño esta vez.
Yo finjo una risa. --Si... Me desvele.
--Bien. ¿Te gustaría ver la película?
--Seguro.-Doy una sonrisa torcida. --Solo déjame... Ir a mi habitación, ya vuelvo.
Yo corro a mi habitación y abro la puerta rápidamente, me coloco contra la pared y veo al frente con miedo, nervios, con la cabeza en blanco, y sin poder hablar.
--Uff, mi amor. ¿Te vestiste así para mí?.-Escucho la voz aterciopelada de Wade y miro su cuerpo acercándose con mirada divertida.
Me mira arriba abajo, sosteniendo mi cintura y tomando mis muslos.
Por un segundo olvido que papá está allá abajo y sonrio encantado. --Si. ¡No! ¡Espera! Papá está allá abajo.
--¿Que? ¿En serio?.-Su tono de voz es temeroso pero cambia a burlón. --¿Que hago, me escondo?
--Quedate aquí, solo veremos una película y subirá a su cuarto.-Apenas y puedo hablar por las suaves caricias de Wade a mi cuerpo.
--No, bebé. Ya me calentaste con tu ropa. Mirate.-Sonrie. --¿Tenias esto, todo este tiempo y no me enseñaste? ¿Tienes la colita también?.-Su mano sube a tocar mi trasero.
Yo elevo una ceja, estoy dejándome llevar por el deseo y pensando en mandad al diablo a mi padre y decirle que estoy cansado para quedarme aquí con Wade. Al parecer le encantó mi atuendo, mi camisón holgado, mis medias negras que cubren hasta la mitad de mis muslos, una ropa interior diminuta que se ajusta a mi trasero resaltando y levantando mis glúteos. Tiene una pequeña mota blanca representando la cola de un conejo y combinó esto con una diadema de orejas de conejo.
--No... No puedo.-Me giro maldiciendo el destino de no poder gozar de ese momento. Wade me sostiene de mi cintura y restriega su miembro en mi trasero, besando mi cuello. Yo jadeo tratando de alejarlo pero me es inevitable resistirme a sus besos. --Wade, por favor... Espérame.
--No puedo, siente como me pusiste...-Mueve sus caderas contra mi. El solo sentir de su pene endurecido, imaginarlo erguido, con venas sobresalientes, rojo y goteando es suficiente para matarme.
--De acuerdo, pero espera...-Le doy un corto beso.
Él me suelta y yo camino a la puerta. --¡Pa! ¡Si quieres ve eligiendo la película, una de acción!
--¡Esta bien! ¡Buscare algo para beber!.-Escucho su voz.
Yo regreso con Wade y tomo su rostro besando su boca apasionadamente, él me aprieta mis nalgas y me da una sonorosa palmada. Lo empujó a la pared y me arrodilló a sus pies.
Tomo su pene en mi mano, subiendo y bajando de forma lenta. --Es tan grueso... Tengo tantas ganas de comerlo...-Digo sonriendo y mordiendo mi labio, mirandolo excitado.
--Vamos, trágatelo.-Acaricia mi cabello. --Te recompensaré bien, conejito.-Dice jadeando.