5

1.1K 146 21
                                        

--Se me antoja un helado.

  --Seguro. Déjame llevar todas estas bolsas a la camioneta y te acompaño.

  --No.-Lo detuve. --Ire yo solo.

La cara de Wade fue de extrañeza. --Pero...

  --Ve a la camioneta, ahora vengo.-Me doy media vuelta y camino a alguna heladería. Pronto escucho los pasos algo torpes de Wade detrás de mí y lo veo. Esta intentando sostener todas mis bolsas y cajas de las compras.

  --Lo siento. Tu padre me ordenó no separarme de ti.

Yo me encojo de hombros. --Como quieras.

Voy a la heladería y pido un vaso de vainilla  con chocolate. Tomo un poco con la cuchara y la acerco al rostro de Wade. --¿Quieres?.-Él niega. --Vamos, tiene chocolate.

Finalmente abre la boca y le meto la cuchara. Le sonrió y también pruebo del helado.

  --Delicioso.-Murmuro mirándolo fijamente.

  --¿Nos vamos?.-Lo veo algo nervioso, lo que me hace reír. Asiento.

Regresamos a la camioneta. Wade guardo las bolsas en los asientos traseros así que tengo que sentarme adelante.

  --¿Ahora a donde te llevo?.-Ve el reloj. --Son las 3 de la tarde.

  --A mi casa. No tengo nada más que hacer.-Digo poniéndome los lentes de sol. Sigo comiendo de mi helado y vuelvo a ofrecerle en la cuchara.

  --¿Porque me das helado en la cuchara?.-Dice riendo algo confundido.

  --Hace rato porque estabas cargando las bolsas y ahora porque estás conduciendo.-Digo apoyándome en el pequeño compartimiento entre los dos asientos.

Wade me siguió mirando extraño y decidió comer el helado. Mientras regresábamos a casa seguí ofreciéndole más hasta que llegamos.

  --Gracias por traerme.-Digo bajando de la camioneta.

  --Por nada. Deja te ayudo con las bolsas.

Entramos a casa, las sirvientas están limpiando y una de ellas me levanta la mirada.

  --Buenas tardes, joven Peter.-Se me acercó. --Les he dejado la comida lista.

  --Gracias. ¿Ya se van?.-Ella asiente. --Muy bien. Nos vemos mañana.

Wade y yo subimos las escaleras hasta mi habitación.

  --¿Este es tu cuarto?.-Ve alrededor algo asombrado.

  --Si. Puedes dejar las bolsas en la cama.-Me quito los zapatos.

  --Veo que te gustan mucho los videojuegos.-Ve mi estante frente a la cama con varias consolas y juegos portátiles.

  --La verdad si, en especial los de horror.-Me dejo caer a las almohadas en mi cama soltando un suave suspiro.

  --Bien, Peter. Creo que es mejor que me vaya. Que estemos tú y yo solos aquí no es muy buen visto.

Yo lo miro. --¿Que pasa? No estamos haciendo nada malo.

Wade ve alguna parte de mi cuerpo y después a mi rostro. --En serio, si tu padre llega y me ve aquí...

  --Él nunca viene. Quédate conmigo. Además, tu dijiste que le prometiste no dejarme solo nunca. O...-Me incorporó para sentarme. --¿Tienes pensado salir con alguien en tu tarde libre?

Él niega. --Para nada.

  --¿No tienes amigas?

  --¿Quieres una?

Misión Imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora