18

874 92 15
                                    

Estaba en el baño secandome el rostro cuando veo una araña salir del tubo del lavabo. ¡Por Dios, era enorme! ¡Y peluda! ¡De largas patas negras!

Doy un grito para nada masculino y salgo del baño yendo a la habitación sintiéndome asqueado, mi mente me traiciona imaginando que esa cosa me camina por todo el cuerpo haciéndome dar brincos desesperados.

  --¿Y tu? ¿Que pasa?

  --¡Hay una araña en el baño!

  --¿Eh?.-Suelta riendo y se pone de pie.

  --¡Si! ¡Y es gigantesca!

Wade rie y entra al baño. --¿Esta cosa? Es muy pequeña, no te vaya a comer.

  --¡Matala!.-Insisto escondiéndome tras su espalda. Él solo abre la llave de agua y la araña se va siendo arrastrada por ella.

  --Es solo una de esas del techo, esas no hacen daño.

  --No importa. No me gustan. Me aterran. Hay muchas especies y puedo confundirlas.

Wade me ve sonriendo con ternura.

  --¿Que?.-Frunci el ceño. Estoy hablando muy en serio.

  --No te asustes.-Coloca sus manos en mis mejillas. --Por ti mato a todas las arañas que se te atraviesen.-Me da un beso. --Me gusta tu carita enojada. ¿Vamos a cenar, si?

*

Llegamos al restaurante donde habíamos hecho la reservación, era un lugar no tan elegante pero era hermoso.

Acabábamos de ordenar y estábamos esperando el primer plato de ensalada.

  --¿Que vas a ordenar?

  --Carne con papas.-Digo sintiéndome más hambriento.

  --Yo pedí pollo. Me hubiera gustado pedirme un mojito pero tengo que conducir.-Dice lamentándose.

  --Lo sé. Si tu no bebes, yo tampoco lo haré.-Le sonrió.

  --Nunca había venido a un restaurante, lo más cercano que he visitado es el buffet de comida china.-Ambos reimos. --Me siento raro aquí.

  --Yo tampoco acostumbro cenar en restaurantes, prefiero comprar comida rápida pero prefiero darte un lujito de vez en cuando.

Levanto mi mano y suavemente toco su cicatriz en su parte izquierda de su rostro. Se siente todo el tejido entrelazado con otros, creando líneas como si la piel hubiera sido jalada. Esta empieza por su cuello, subiendo por su mentón, mejilla y acabando en su ceja, es de color rojo brillante. Su iris es blanca casi pasando desapercibido por el resto del ojo.

  --¿Ves con este ojo?

  --Muy poco. Estoy pensado en conseguir una cirugía estética.

--¿Por que?

Él me ve extrañado. --¿No te desagrada?

  --¿Por que lo haria? No me importa. Me dijiste porque la tenías y creo sinceramente que tiene un significado triste pero hermoso.

  --Me tranquiliza que no te desagrade. Me gustaría contarte lo que pasó.

  --¿De verdad quieres hacerlo?

  --Si. Seria la primera vez que hablo de esto.-Yo le sonrio apenado, pero me gusta que me tenga confianza. --Prefiriria no decir donde fue pero... estábamos con las Fuerzas Especiales. Íbamos en un carro, apunto de bajar con los nuestros cuando... Se nos acercó un anciano, se veía raro así que por eso no me dio confianza. Quiso sacarle platica a mi compañero pero nosotros lo detuvimos, ahí fue cuando levantó su camisa y su torso estaba completamente cubierto de de bombas.

Yo veía como sus ojos estaban atemorizados por recordar aquello.

  --En menos de dos segundos ya había explotado. Mi mejor amigo estaba atrás de nosotros, yo me quedé atascado de mi pierna y empezaba a quemarme más y más... Hasta que me sacaron del carro e intenté, te lo juro que traté de sacarlo pero no me dejaron. Yo lo dejé morir.

Sus manos temblaban, sus ojos llorosos y apretaba su mandíbula, creo que termino muy mal. Lo único que pude hacer fue abrazarlo, no soy muy bueno en las situaciones de apoyo.

  --Pude salvarlo pero...

  --Wade, si hubieras ido con él, ahora estarías muerto.

Él me miró fijamente. --Si, lo sé.

  --Por algo pasan las cosas, tal vez si él hubiera sobrevivido ahora estaría muy mal.

  --Creo que tendría algún trastorno o le faltarían brazos o piernas. Hubiera sufrido mucho.-Dice ahora más calmado.

  --Si. Piensa positivo por él.-Le acarició la mejilla. Él asiente dando una media sonrisa, limpia sus ojos y aclara su garganta.  --¿Como se llamaba?

  --Logan. Eramos amigos desde la niñez, fuimos a la escuela juntos y nos enlistamos a los 18. A veces me siento agradecido de haber sobrevivido, de no haber perdido ninguna extremidad y de estar medio cuerdo.

  --Si, estas vivo, es lo que importa. Además, creo que el destino decidió dejarte vivir porque alguien en un futuro te iba a necesitar.-Le sonrió.

Él me ve ahora de forma tierna. --Creo que tu eres lo mejor que me ha podido pasar para recuperarme. Te estas convirtiendo en alguien muy importante para mí y detestaría que te hicieran daño. Eso si, nunca me lo perdonaría.

  --Hasta ahora estamos bien, si de verdad el destino te puso para mi, no me alejara de ti.-Le doy un dulce beso.

-----------------------------

Misión Imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora