Iris
Después de dibujar a aquella chica con el espejo, pude darle nombre a uno de los rostros que siempre tenía en mente: Zoe. La dibujé una última vez junto al espejo. Donde debería estar el reflejo de Zoe se encuentra una persona con la mirada perdida, la reconozco rápidamente por mis dibujos previos. Es la primera vez que las dibujo juntas.
***
Esta semana era otra la imagen que estaba en mi mente y no podía parar de dibujar, el nogal.
-Por lo menos reconozco ese dibujo, pero sigue sin ser yo- dice Matías burlándose de mí.
-La mayoría de cosas que dibujo forman parte de mis sueños.
-Entonces deberías soñar conmigo- me responde cruzándose de brazos.
Ignoro su comentario y me dedico a seguir dibujando aquel nogal con todas las técnicas que sé. Matías se queda conmigo, yo dibujo y él observa a su alrededor para tomar fotografías. Se me había hecho costumbre pasar así los fines de semana. A veces cuando se cansa de buscar objetos para fotografiar, me toma fotografías dibujando. Al principio se me hacía incómodo, pero ahora me acostumbré al sonido de esa cámara.
***
Me desperté a media noche con aquel impulso que me invadía siempre por dibujar.
Reconocí las facciones de inmediato, sin duda conozco este rostro...
-¡Mira!- le digo a Matías lanzando la hoja de papel sobre el escritorio en el que se encontraba.
-Así que soñaste conmigo- me responde observando cada detalle del dibujo.
Siento como el rubor aparece en mi rostro y espero que no lo note.
-No es así, solo lo dibujé para que dejaras de molestarme- respondo irritada.
Esta vez era el rostro de Matías el que no dejaba de dibujar. Me invade una extraña sensación cuando veo sus dibujos terminados. Al fin un rostro que logro reconocer.
Me molesta diciendo que le muestre los nuevos dibujos que he hecho o que le dibuje en otros ángulos. Me rehúso a mostrarle mis dibujos y también a dibujarlo (aunque ya tengo varios dibujos de él). Sin embargo, no quiero que los vea, tal vez por el hecho de ser él.
Antes de ir a dormir me invade de nuevo el deseo de dibujar. Tomo en mis manos la pluma que me regaló Matías y mezclando las diferentes tintas empiezo a crear una imagen.
Después de varias horas, alzo la hoja observando el dibujo de Matías parado junto al nogal sosteniendo un objeto. Saco otra hoja para poder dibujarlo solamente a él. Puedo ver que lo que sostiene es una especie de pluma hecha de un material semejante al tronco de un nogal, tiene un nombre grabado; pero no logro ver lo que está escrito con claridad.
Zoe
Empiezo a recordar más claro lo que pasó aquel horrible día, cuando mi realidad se convirtió en este falso mundo. Mi último recuerdo de Lena e Iris antes de que el espejo empezara a absorberme es Lena con el libro e Iris con su pluma. Ellas están observándome atentamente como si algo extraño me estuviera sucediendo. De repente gritan algo inaudible y su cara se llena de pánico. Observo como todas nos sumimos en una horrible oscuridad. Estamos así por un rato hasta que Iris y Lena se quedan dormidas y entonces mi memoria empieza a desaparecer.
Me despierto asustada y cuando veo mi reloj me doy cuenta que me quedé dormida intentando comunicarme con Lena a través del espejo, (en verdad es muy difícil), sin embargo, lo intentó una vez más, pues no me daré por vencida ahora que mi oportunidad de saber que pasó en realidad está justo frente a mí.
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Espejismo
FantasyLena, Zoe e Iris tienen distintas historias; sin embargo, la vida de estas chicas pueden estar conectadas de alguna manera o talvez todo esta en su imaginación. Piensan que se conocen, pero no saben si es real o solo un sentimiento...