Epílogo

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Matías

Abro los ojos. Estoy bastante mareado por lo que acaba de suceder. Trato de respirar profundo para estabilizarme y me doy cuenta de que no están a mi lado. Empiezo a buscarlas alrededor y no logro encontrarlas. Estoy en el templo de Chronos, pero ellas no están aquí. De pronto escucho una voz conocida.

- ¡Papá, no! - grita Zoe.

- Encontraremos la forma - Iris intenta calmar a Zoe.

- Es la única -dice Chronos, débil.

Empecé a correr en dirección a ellas. No conocía este lugar y lo único que me guiaba eran sus voces. Debía llegar a tiempo. Estoy cerca, puedo sentirlo, debo alcanzarlas.

- ¿Qué está pasando papá? - pregunta Lena.

- Este es mi presente y ustedes no estarán en él - responde Chronos.

- ¡No lo hagas, Chronos! -grito desesperado, por si no llego a tiempo.

Veo que Zoe toma el mango del espejo y este se ilumina. Luego son absorbidas por el espejo. Trato de alcanzarlas, pero desaparecen, se fueron y yo sigo aquí.

-¡Tráelas de vuelta!- digo tratando de contener la furia.

-Hipnos, ¿qué haces aquí? - pregunta sorprendido.

Una corriente helada recorre mi espalda. ¿Hipnos? ¿Qué estaba sucediendo?

-¡¿Qué hiciste?!-dice Diana agitada por venir corriendo.

Me quedo atónito, no entiendo que está pasando. La voz de Diana me despierta, aunque aún se me hace difícil recuperar el aliento y despertar de aquello que parecía una pesadilla. Pestañeo un par de veces y me animo a hacer una petición al dios del tiempo.

-Debes traerlas de vuelta. Sé como solucionar esto-le digo mirándolo a los ojos.

Su respiración es irregular. Aún no logra entender bien lo que acaba de suceder. Toma un bocado de aire y con arrepentimiento me responde: "Las traeré de vuelta".

Hace un par de movimientos con sus manos en el aire, pero nada sucede.

-No puedo hacerlo-logra pronunciar, casi sin aliento-. El Orden cerró el portal, no se abre.

-¡Abre el portal, Chronos!- la voz de Diana tenía una mezcla de enojo y desesperación.

-¿Qué he hecho?- responde Chronos, sosteniendo su cabeza.

-Lo vamos a solucionar. -digo tratando de mantener la calma-. Sé de alguien que nos puede ayudar.

Debía contactar a mi padre para que me enseñe a usar sus poderes y así poder ayudarlas, era la única solución. Debía ayudarlas a volver, aunque sabía que algo estaba mal. Podía sentirlo. Ellas ya habrían estado de vuelta...

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