Lena
Sara se agacha y estira su mano por debajo de la cama, tomando una caja grande y poniéndola frente a mí. La abro y veo el libro inmediatamente. Apenas lo tomo comienzo a llorar, no sé por qué lo hago, pero es como si volviera a unirse una parte mía que al parecer faltaba.
-No creí que era tan importante para ti - me dice Sara acercándose a mí.
-¿Por qué lo tenía escondido? - pregunto mientras me siento en el piso a lado de la cama de Sara. Ella se sienta a mi lado tratando de que la mire a los ojos.
-Cuando te encontré, el libro estaba a tu lado, pero estabas tan asustada que no te diste cuenta que lo tomé. Cuando estábamos en el auto puse el libro en la cajuela, pero tú solo mirabas alrededor intentando descifrar dónde estabas. Me olvidé por completo del libro, estaba asustada y triste al dejarte ahí, pero no encontré otra opción. No podía traerte conmigo, pensaba que necesitabas ayuda profesional.
-¿Qué hizo que cambiara de opinión? - pregunto, por fin alzando mi cabeza para ver sus expresiones.
-Llevaba a limpiar mi auto y antes de eso revisé que no quedara nada en él, y ahí estaba. Es un libro bonito, se ve antiguo por lo que, quise devolverlo, pero tenía curiosidad y quise leerlo antes. No tenía apuro, regresaba del trabajo y empecé a leer.
-Me di cuenta que le gusta la lectura... - abrazo el libro con fuerzas, como si mi vida dependiera de ello. No sé por qué lo hago, pero me siento a salvo. -¿Y qué encontró aquí?
-No lo entendí - responde mirándome sostener el libro.
-¿Por qué? - la miró indignada. Esperaba respuestas, pero me deja más dudas.
-Parecía que al libro le faltaban páginas, porque no tenía numeración, comenzaba con el fin de una oración y otras historias parecían incompletas. Aun así, lo leí.
-¿Leyó todo esto?
-Es un libro grande, no lo terminé. Llegué hasta cerca de la mitad. Aunque para ser sincera, a pesar de que leo mucho, sentìa que no avanzaba por mucho que pasara las páginas.
-¿De qué trata? - quizás Sara pueda ayudarme a entender todo lo que me está pasando. Aunque sea solo un poco.
-Cuentos, mitos, por eso fui a verte.
No entiendo por qué el libro es tan importante si contiene cuentos. Si la información me llevara a casa, eso sería importante. Suelto el libro al saber que este no tiene la respuesta, no tiene direcciones y no tiene nada de lo que soy.
-¿Por qué estos cuentos le hicieron volver a buscarme?
-Lo que dijiste a los médicos... decía en el libro. - tomo el libro todavía con un poco de esperanza.
- Todo lo que creí que era mi vida, ¿Solo fueron cuentos?
- Lena, pienso que confundiste la realidad con el libro.
-¿Nada de lo que creo es real? - siento un dolor en el pecho, no tengo a qué aferrarme. Lo que tenía en mi cabeza me hacía quien creía que soy y ahora no sé dónde buscar.
-Te traje porque necesitas recuperar tus recuerdos, tus verdaderos recuerdos. Quizás saliste a leer, te resbalaste y te golpeaste la cabeza.
-Entonces mi hogar no debe estar lejos. - un poco de esperanza entra en mi corazón, aunque no me emociona encontrar el lugar, mi casa o mi familia. Al menos, sé que tengo una historia y que algún día podré saber quién soy.
-No lo sé, pero te ayudaré a buscar a tu familia. Si no está lejos, te deben estar buscando.
-¿Cómo me ayudará? ¿La policía ha dicho algo?
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Espejismo
FantasyLena, Zoe e Iris tienen distintas historias; sin embargo, la vida de estas chicas pueden estar conectadas de alguna manera o talvez todo esta en su imaginación. Piensan que se conocen, pero no saben si es real o solo un sentimiento...