Nuestra Historia.....*Saint Seiya* ( Saga x Kanon)

¡¡No soy un obstáculo!!

Han pasado meses desde la recuperación de Kanon, la relación entre ambos es más cercana y cada día va mejorando.

El frío diciembre ya se hacía con su presencia, lo cual ha hecho que la gente disminuya sus salidas al centro de aquel hermoso país.

La nieve cubría cuánto podía a su paso, el reloj marcaba las 5:30 pm; Saga y Kanon habían salido a por un delicioso café, que gustosamente se apetecía con ese clima tan acogedor.

Camus y Milo han empezado una relación, y justamente hoy, 20 de diciembre cumplían ya tres meses de noviazgo.

En cuanto a Aioros y Shura, ellos también han empezado a salir, y quizá...con suerte esten anunciando una próxima boda.

DeathMask y Afrodita...bueno, ellos apenas se van entendiendo y dejando de lado sus diferencias.
De Shaka y Aioria no se han tenido muchas noticias, pero a lo que se sabe es que se encuentran en el hermoso país de Inglaterra.

Saga y Kanon se encontraban en una cafetería, ambos disfrutando tanto de sus bebidas como de su compañía, hacía ya tanto tiempo que no pasaban un rato agradable entre ellos, algo que ambos habían añorado tanto.

— Ya pronto se acabarán las vacaciones y tendremos que regresar a Grecia... —soltó Saga, haciendo que Kanon fijará su vista hacia él — Me alegra saber que pronto volveremos a casa.

— Pues es una lastima, apenas que volvíamos a ser cercanos las vacaciones están a punto de terminar —Kanon levantó su taza y la acercó a sus labios para darle un pequeño sorbo a aquella bebida caliente, cerró los ojos por un momento; sintió como el calor le recorría por dentro, desde el esófago hasta el estómago. Abrió lentamente los ojos y miró a Saga, por un corto momento pudo ver cómo las mejillas de su hermano estaban levemente pintadas de un rojo carmesí, algo que a su vista era demasiado hermoso.

Saga solo se limitó a mirar su taza, sentía un poco de vergüenza que Kanon lo haya pillado mirándole fijamente, y es que era algo que simplemente no podía evitar. Kanon le gustaba por mucho, no podía negar que en ese momento para él, se veía demasiado sexy con ese cabello ligeramente sujeto con un listón verde  y algunos mechones colgando a ambos lados del rostro.

(Imaginense algo así ⬇️)

Después de un rato, de haber terminado de beber sus cafés y pagar la cuenta, ambos salieron de aquella cafetería en total silencio y sin un rumbo fijo, a lo cual a ninguno de los dos les importó. Solo importaba su compañía, el hecho de estar juntos era más que suficiente para ambos.

Por el rabillo del ojo, Saga miró a su hermano y se dió cuenta de que estaba temblando a causa del frío, le importó poco sentir pena por el acto que iba a cometer, lo único que le importaba era calmar ese frío que Kanon estaba sintiendo. Con mucha timidez Saga tomó de la mano a Kanon y entrelazó sus dedos entre los de él, el color rojo carmesí en las mejillas de ambos se hizo notar.

Kanon solo disfrutó de aquel tierno acto y con un poco de fuerza sus manos quedaron aún más juntas de lo que ya estaban.
Caminaron durante veinte minutos hasta que algo los hizo detenerse.

— ¡Hola Kanon! —Aquella voz, esa voz la recordaba perfectamente, se dió la vuelta y fue cuando lo vió.

— ¿! Radamanthys!? —cuestionó Kanon sin salir de su asombro — No sabía que estabas aquí.

Radamanthys sonrió sutilmente, sin embargo, no dejó pasar el hecho de que había visto las manos de Saga y Kanon entrelazadas, algo que por supuesto, le había causado un poco de ¿dolor?, decepción tal vez era lo más adecuado a lo que sentía.

— Veo que sigues igual de atractivo como siempre —Kanon solo se limitó a rascarse la nuca y sonreír con un poco de incomodidad, y es que Radamanthys al ver aquella reacción de parte del peliazul supo que su corazón ahora le pertenecía a otra persona, y esa persona no era otro que su propio hermano.

No le quedaba de otra que tener resignación ante el hecho de que Kanon lo había dejado de amar desde hace mucho tiempo. Sin embargo él lo recordaba con tanto cariño, no negaría por nada del mundo que aún lo sigue amando, para él, Kanon siempre fue y será siendo el amor de su vida, aunque ahora otro lo tendrá entre sus brazos y disfrutará de sus besos y caricias.

— G-gracias Rada... —fue lo único que pudo lograr decir ante el piropo de aquel, que en algún momento de su vida fuese su pareja. Kanon la había pasado muy bien con Radamanthys, lo había amado mucho, pero sucedieron cosas que acabaron por separarlos y, aunque su relación acabó en buenos términos, él ya no lo amaba, había superado esa ruptura desde hace mucho tiempo, y ahora se encontraba perdidamente enamorado de Saga.

— Kanon...me agradó mucho verte, no voy a negar que aún te sigo amando, pero veo que tú ya amas a otro.

— Radamanthys yo...

— No tienes que decir nada Kanon, solo quiero decirte que les deseo lo mejor y que sean muy felices...yo no soy un obstáculo.

Radamanthys sonrió, aunque en sus ojos se podía ver la tristeza. Saga y Kanon estaban perplejos ante aquel comentario, el menor de los gemelos se soltó del agarré de su hermano mayor y le dió un cálido abrazo a aquel joven de cabello rubio, Radamanthys correspondió aquel acto y lo abrazó con un poco de fuerza. Aspiró profundamente aquel aroma tan varonil de Kanon, esa sería la última vez que lo sentiría tan cerca.

Pasaron varios minutos hasta que por fin se separaron, ambos se miraron sin decir nada mientras que Saga veía la escena con cierta amargura.

— Hasta pronto Kanon...

No quiso esperar respuesta del contrario, simplemente dió la vuelta y emprendió camino a su casa. Kanon solo miró el rumbo que tomaba aquel joven rubio, Saga posó una mano en el hombro de su hermano.

— Vamos a casa...

— Vamos...

Ambos se volvieron a tomar de las manos, ya se estaba volviendo una costumbre y es que se sentían tan bien, es como si encontrarán la paz.