Capítulo 12 (Maratón 3/5)

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POV Hyunjin

Baekhyun accedió a quedarse con Jeongin. Después de que Bangchan volviera, escuchara lo que le sucedió a Lix y el por qué me lo llevaba, el hermano se volvió loco y supe que no dormiría mientras protegía al puto. Jeongin era el hombre más seguro en el maldito planeta justo ahora.

Íbamos de camino al campo, a mi cabaña. Nunca antes había llevado a nadie allí. Nunca nadie supo que me pertenecía, a parte de Changbin, por supuesto. Había una buena razón. Una razón que Felix descubriría en unos cuarenta malditos minutos.

Felix estuvo en silencio la mayoría del viaje con su cabeza presionada contra la ventana del pasajero. Traté de controlarme pero no podía alejar los ojos de él. De su rostro todo magullado y su espalda. Llevaba otro juego de ropa color blanco y su mano se aferraba con fuerza a la cruz colgada en su cuello. Demonios. Estaba aterrorizado y yo no podía hacer una mierda para mejorar las cosas. Había sido atacado por mi culpa y no estaba seguro de poder redimirme ante sus ojos. Me estaba volviendo loco no saber lo que estaba pensando.

Pasando de una emisora de rock a otra, la dejé en Hellrider de Judas Priest y pregunté:

ㅡ¿Estás bien, Lix?

—Sí, gracias —respondió sin volverse.

Agarrando el volante con fuerza, apreté los dientes, presioné el acelerador y nos llevé lo más rápido que pude.

Cincuenta kilómetros después, vi la señal y giré en la sucia calle. Felix miró al frente y se arrastró al final del asiento. Sus ojos se fijaron en el granero de madera, los campos de alrededor y los establos a la izquierda de la casa de madera.

Amaba este lugar.

Las luces en la casa estaban encendidas, estacioné el auto junto a un viejo y destartalado Chevy; y Felix se volvió hacia mí.

— ¿Esta es tu cabaña?

Iba a responder, cuando la puerta principal se abrió y Yeji salió al pórtico con su cabello rubio lacio, vestía, como de costumbre, jeans y una camisa blanca.

Salté fuera del camión y corrí hacia el pórtico, observando su rostro iluminarse cuando me vio. Pasando un brazo sobre sus hombros, la acerqué a mi pecho y besé su cabeza.

— ¿Cómo estás Yeji?

Abrazándome por la cintura, ella respondió:

—Estoy bien. Ryujin trajo un potro ayer por la noche, así que me falta algo de sueño.

Alejándose, Yeji fue a hablar pero se detuvo y frunció el ceño a algo sobre mi hombro.

—Emm... ¿Hyunjin? —Yeji señaló algo a mi espalda y levantó una ceja interrogante.

Girándome, vi a Felix iluminado por la luz de la cabina, su rostro estaba blanco y sus ojos se abrieron con shock mientras me miraba con Yeji. Probablemente estaba aterrorizado por traerlo con una mujer extraña. Agité mi mano, haciéndole señas a Felix para que se acercara, pero su rostro cayó y no se movió. Podía ver el miedo escrito por toda su cara. Suspirando, me giré hacia Yeji, quien estaba observándome malditamente raro, y caminé hacia Felix, apoyándome en la puerta.

—Felix, nene, sal. Hay alguien que quiero que conozcas.

— ¿Esa es tu esposa? —preguntó Felix de forma nerviosa— ¿O es otra de tus mujeres?

Casi retrocedí ante eso, pero en cambio estallé en risas.

—No, mejillas dulces, no es mi maldita esposa. Ahora ven —le di un guiño y estiré la mano hacia él — vamos, saca tu culo rubio del camión.

El Hades de Hwang Hyunjin (HyunLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora