Capítulo 4

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POV Hyunjin

Dando un paso dentro del tibio aire nocturno, hurgué en mi bolsillo y saqué un cigarrillo, colocándolo entre mis labios. Caminé al lado de Lucas a quien le estaba chupando la polla un puto drogadicto al lado del garaje, ignoré la maldita fea escena con la vista de su pálido trasero, y encendí mi palo de cáncer, tomando una larga y dulce inhalada.

Cortando a través de la línea de árboles en la parte trasera del compuesto, seguí un camino de tierra a través de las maderas gruesas y hacia el sonido del río. El peregrino no estaba en el apartamento de Changbin encima del club, y según él, si no estaba allí, estaría por el río. Por lo tanto, a pesar de estar enojado, estaba intentando hacer esa mierda de Boy Scout a través del bosque.

Solo por Changbin...

No pasó mucho tiempo para escuchar la precipitación del río y recorrí el borde de hierba para ver dónde estaría mi pedazo-de-culo agitador de la biblia. Tropezando a través del borde del río, ebriamente pateé piedras dentro del agua hasta que escuché un extraño sonido como un gemido. Retrocediendo a lo largo de la falda de sombras de la línea de árboles, silenciosamente hice mi camino hacia el sonido, agarrando mi 9mm de la parte trasera de mis vaqueros. Mientras más me acercaba, más alto se escuchaba el agudo gemido.

Quitando el pestillo de seguridad, salí rápidamente de los árboles e inmediatamente me congelé en mis pasos con mi arma apuntada a... ¿Felix?

¿Qué Demonios?

Bajando mi arma, y metiéndola de vuelta en la cinturilla de mis vaqueros, miré fijamente a Felix tirado plano en el piso, gimiendo alguna loca mierda farfullada en un volumen que haría sangrar los oídos. Con un violento tirón de su cabeza, él repentinamente empezó a gritar, y agitar sus brazos por el aire, meciéndose de ida y vuelta, murmurando palabras que no podía entender. Sonaba como muchas consonantes mezcladas.

Sin ningún jodido sentido.

Nunca había visto nada como eso en mi vida. Me quedé de pie allí como un gilipollas, estupefacto y con el corazón latiendo rápido, observándolo volverse loco al lado del río.

Santa mierda, él finalmente había enloquecido. Yo lo había hecho enloquecer.

¡Changbin iba a patear mi culo!

Retrocediendo, me escondí bajo la pesada cobertura de árboles. Llámenme demente, pero yo quería estar bien fuera de la vista de esta mierda posesiva de vudú. Cayendo sobre mi culo, mi espalda contra un tronco, retrocedí un tramo y solo lo observé.

Los gemidos y llantos continuaron por un maldito siglo. En un punto sus acciones se volvieron tan enervantes que casi salté para agarrarlo, convencido de que estaba teniendo un maldito ataque.

Pero los gemidos de Felix empezaron a atenuarse, sus manos bajaron, y me di cuenta de que comencé a respirar de nuevo. No había notado que me había detenido. Tomando largas y profundas respiraciones, los ojos de Felix parpadearon hasta abrirse; estaban rojos e hinchados con todo el esfuerzo de su llanto y la cantidad de lágrimas que había derramado mientras pateaba y gritaba.

Podía adivinar cómo se veía mi rostro, confundido como la mierda. Mientras que lo veía reagruparse, estaba seguro de que Lucas me había metido un hongo alucinógeno de nuevo sin saberlo y estaba drogado como un hippie en el maldito Woodstock, pero después de lo que se sintió como toda una vida observando a Felix rodar alrededor del pasto, me di cuenta de que yo estaba en excelente capacidad... y Felix era un demente total.

¿Cómo demonios un puto que está así de bueno era tan jodidamente psicótico?

Levantando mi cabeza hacia el cielo y pasando mis manos por mi cara en exasperación, me moví para ponerme de pie y finalmente hacer lo que me habían ordenado, pero inmediatamente me hundí de vuelta al piso, mis pies perdiendo su equilibrio en la arena seca, a la vez que Felix empezaba a quitarse la ropa.

El Hades de Hwang Hyunjin (HyunLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora