Capítulo 5

1.7K 172 34
                                    

POV Minho

Presioné mi palma en la mejilla suave de Jisung.

ㅡTe hubiera dado el mundo ㅡsusurré.

Su mano imitó la mía y se acercó más suplicándome.

Corre, Minho. Por favor... Vete...

Podía oír las armas en la distancia, pero mis piernas no se movían. Negué con la cabeza. No podía dejarlo. Lo amaba.

ㅡCorre por favor... Sálvate... por mí, si me amas, corre... por mí... ㅡsuplicó Jisung.

Negué otra vez. Pero al oír los disparos cada vez más cerca, dejé caer la mano derrotado y huí hacia el bosque, dejando atrás mi corazón y la oportunidad de salvación de mi pueblo...

ㅡ¿Cómo te sientes, hermano?

Salté sorprendido por la voz detrás de mí. Librándome del recuerdo doloroso de Jisung me puse de pie y terminé con mis oraciones.

Sungkyu, mi hermano gemelo, se acercó con una amplia sonrisa en el rostro. Estaba vestido con la túnica tradicional y el pantalón blanco igual que yo. Su cabello era exactamente de la misma longitud y color que el mío, sus ojos del mismo color marrón y lucían serenos mientras se acercaba.

Despejando los recuerdos abracé a mi hermano buscando consuelo en esos brazos familiares y suspiré.

ㅡEstoy bien.

Sungkyu se apartó y pasó un brazo por mis hombros guiándome por el adornado camino del jardín de oración personal en la parte posterior de mis nuevos cuarteles. Aunque el nombre de "cuarteles" no parecía el más apropiado. Mi nueva vivienda era una gran casa blanca con columnas, ostentosa en su interior y de gran tamaño. Con muchas habitaciones, salas de recepción, salones y una cocina grande, todo amueblado con lujo. Los jardines de atrás parecían interminables y eran demasiado colosales, pero este pequeño jardín de oración me atraía, lleno de fuentes y vegetación. Era un lugar al que podía escapar de la locura de la tarde. De la responsabilidad.

No estaba seguro de poder hacer esto.

No estaba seguro de poder hacer todo lo que se esperaba de mí.

Infiernos, no estaba seguro de que quisiera hacerlo.

No me sentía como un profeta. Me sentía como un hombre al que le acababan de arrancar el corazón para ponerlo en una bandeja. Y ahora tenía una bandada de personas que guiar. Veinticuatro años y tenía que dirigir a toda una comuna.

Estaba tan fuera de mi rango.

Sungkyu apretó mis hombros viendo, obviamente, la preocupación en mi expresión.

ㅡEste es el más glorioso de los tiempos, Minho. No le temas. Este es el año en que asciendes a tu legítimo lugar entre nuestra gente. En que serás presentado a los nuevos discípulos como nuestro profeta, el siervo del Señor en la Tierra... nuestro redentor y salvador. Este es el momento para el que nos hemos preparado toda la vida. Estás destinado a estar aquí.

Sungkyu se detuvo y me volvió hacia él cuando lo único que recibió de mi parte fue silencio. Creía completamente en esta misión, pero yo no podía estar a la altura. Él debería estar al mando, no yo.

ㅡYo soy tu hombre de confianza. Estoy contigo en cada paso del camino, tanto en orientación como en apoyo. Eres mi gemelo; nuestro vínculo es más que meramente fraternal o de sangre. Fuimos uno en el vientre de nuestra madre, divididos en dos por el Señor, que profetizó nuestra futura gloria como sus mensajeros. Debemos gobernar y prevalecer juntos. Haré lo que sea que órdenes. Vivo para complacerte, para ayudarte a compartir la carga de tu búsqueda como los doce discípulos hicieron con Jesucristo.

El Hades de Hwang Hyunjin (HyunLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora