setenta y dos

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— Muchas gracias, ¿Tú eres el nuevo verdad? — preguntó el hombre de gran tamaño, con su saco de marca y su pipa.

— Así es, mi nombre es Fred, para servirle, señor.

— Me han contado cosas muy buenas de ti, espero que sigas trabajando como hasta ahora.

— Espero lo mismo.

Bonnie dejó la última caja pequeña entre la pila que habían formado y palpó la espalda de Fred; — Tenemos más trabajo, vámonos.

Hacían aproximadamente unas seis entradas al día, pues tenían que ir a la estación por mercancía, dejarla dónde correspondía y regresar por más.

Así no corrían el riesgo de un robo masivo de mercancía.

— Tienes razón. — habló Fred girando se hacía él —, Fue un placer, nos veremos en otra ocasión señor.

El hombre asintió y los vió marcharse.

Counting stars (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora