Treinta y tres

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— Uno... Dos... — Freddy miró en tantas direcciones tratando de buscar las estrellas que acababa de contar, las cuales había perdido de vista entre tantas otras estrellas.

— ¿Perdiste la cuenta, no? — preguntó Fred casi riendo, siempre pasaba lo mismo.

Freddy acariciaba el cabello de Fred, sentía una paz infinita en ese tejado; — Sí, empezaré de nuevo.

— Bien, hagamos lo juntos. 

— Va.

Fred se levantó del regazo de su novio y se sentó frente a él mirando hacia arriba, justo como él lo hacía. 

— Uno... Dos... — contó Freddy.

— Tres... cuatro... — le siguió Fred.

— Diablos, la volví a perder. — pronunció molesto Freddy bajando la mirada su regazo al sentirse como Fred lo tocaba.

Su mano izquierda había tomado la derecha derecha de Freddy y con la otra sostenía una caja pequeña.

Justo como esas donde puedes meter un anillo.

Los ojos de Freddy se abrieron grandes e inmediatamente miró el rostro de su novio, esperando por alguna explicación.

— Siempre pierdes la cuenta, cariño, pero algún día podrás incluso tocar las estrellas, y sabrás cuantas son sin necesidad de contarlas.

Lágrimas era lo que caía por sus mejillas, parecía lo más hermoso que nunca nadie la había dicho  y no tenía palabras.

Así que Fred prosiguió; — Las tocaremos juntos. ¿Quieres casarte conmigo?

Freddy rompió en llanto, el llanto más conmovedor que podría haber escuchado, asentía una y otra vez sin poder creerlo, repetía un todo el tiempo  hasta que Fred lo abrazó.

Y lo besó.

Counting stars (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora