Capítulo 30: Primera vez

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#Modificado

Sabía que la vestimenta me ayudaría a cumplir mi objetivo, todos los guardias me observaban con ojos lujuriosos, algo que comprobaba que efectivamente mi atuendo era algo que llamaba la atención.

Ahora sólo me faltaba mostrárselo al resistente dragón que hasta ahora aparentaba tener un alto índice de paciencia, aunque obviamente no podía mostrárselo directamente, sino que preferí involucrar a los chicos para hacerle creer a Aragón que entrenaría con ellos utilizando semejante vestimenta desvergonzada.

Al principio no estuvieron de acuerdo con mi plan, ellos tenían miedo de que Aragón les hiciera algún tipo de daño, todos decían "Soy bueno peleando, pero contra un dragón es imposible que gane" y en efecto es verdad, sin embargo, les prometí que no ocurriría nada malo, así que accedieron con cierto miedo.

Yo sólo me estaba divirtiendo, ver la atenta mirada de Aragón a medida que se acercaba a mí, me generaba mucho orgullo, ya que sus ojos me observaban de forma fija, casi diciéndome con la mirada un "¿Qué llevas puesto y por qué no fui el primero en verte así?" a lo que, tras llegar a mi ubicación, los muchachos fingieron que tenían que hacer algo e incluso dijeron "Vamos, acompáñanos" a lo que Aragón no accedió, ya que dijo que debíamos hablar.

—¿Qué es eso? —me preguntó viéndome de pies a cabeza.

—Una armadura, los chicos me invitaron a jugar— respondí con una sonrisa.

—Esa no es una armadura— me dijo centrándose en mi ombligo— ¿de qué te cubre?

—De nada, pero me veo muy bien— le aseguré mientras él levantaba la mirada— además, por detrás es un tanto abierto— dije dándole la espalda para mostrarle que había detrás.

Se supone que hay una especie de "túnica" que cubre mi trasero, pero debajo de esta hay una tela que se pasa entre mis nalgas, por ello, no me sorprendió ver la sonrisa de Aragón al verme luego de que alejara aquella túnica. Debo reconocer que me veo muy bien, ni siquiera Aragón es capaz de apartar la mirada de mi cuerpo.

—Bueno— hablé— ya me voy— trataba de despedirme, sólo que él me tomó del brazo y me apegó a su cuerpo de una forma un poco dominante.

Yo estaba increíblemente feliz, ya que Aragón se inclinó a mis labios de una forma lenta, por supuesto que mi cuerpo reaccionó a su acción, si sus labios se acercan a los míos, claramente deseo acortar la distancia cuanto antes, de hecho, sus labios rozaron los míos haciéndome sentir aún más deseoso por besarlo, sólo que Aragón me observaba atentamente casi analizando mis reacciones.

—Que te diviertas...—me susurró antes de alejarse de mi cuerpo.

En ese momento sentí ganas de gritarle, insultarlo y hasta escupirle fuego, sin embargo, me alejé en busca de los chicos con tal de jugar, ellos realmente debían trabajar, así que me aseguré de buscar problema con todos los idiotas que debían arrestar, sólo de esa forma conseguí pelear con alguien para liberar mi estrés.

Lo bueno es que luego fuimos a un bar, había muchos sujetos borrachos con los que podía buscar problemas, de hecho, uno me dio una nalgueada, a lo que obviamente reaccioné y le rompí el brazo sin querer.

Me divertí cuando el imbécil chillaba de dolor, de hecho, estaba de rodillas tratando de mover su brazo mientras yo observaba la situación, era divertido, aunque los chicos me regañaron, aparentemente no es correcto romperle un brazo a alguien.

Por suerte no nos echaron, aunque otros sujetos se lo llevaron para que un médico lo atendiera, además nos dieron alcohol gratis, los chicos aseguraban que era debido a que mi reacción causaba miedo, sin embargo, se aprovecharon de ello para pedir varias jarras de cerveza.

Aragón (Bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora