Aragón (Bl)

Capítulo 35: Padres frustrados

#Modificado

Otra vez me siento incómodo, Ema camina delante de nosotros mientras nos dirige por los pasillos del castillo, Xavin y yo mantenemos la cabeza agachada y sin reclamar la seguimos debido a que ella nos pidió hacer esto a cambio de no ser regañados nuevamente, obviamente se ve enojada, nosotros causamos un gran desastre así que no tenemos otra opción más que seguirla.

Por lo que veo, ella piensa llevarnos hasta una de las habitaciones, en esta dirección se encuentra mi habitación, por lo cual no sé si debería poner resistencia, no sé en qué está pensando, sin embargo, cuando estuvimos frente a la puerta de mi habitación ella nos indicó que entráramos mientras ella se quedaba afuera.

Ema dijo ciertas palabras que no lograba entender, pero mientras lo hacía su mano era envuelta por un brillo azul que esparció por el marco de la puerta a medida que recitaba aquellas palabras que no podía entender, sin embargo, no había duda de que estaba usando magia, ¿qué está pensando hacer?

—Muy bien— dijo sonriendo— ahora no podrán salir de aquí hasta que resuelvan lo que tienen— anunció— tienen tres opciones, salir como novios, seguir siendo simples amigos o abandonar la amistad que hasta ahora han formado, ustedes eligen— dijo cerrando la puerta antes de retirarse.

Espera, ¡¿Qué?! ¿De verdad nos encerrará aquí? En cuanto ella se fue me acerqué a la puerta e intenté hacer la prueba para salir, la puerta estaba abierta, se podía abrir perfectamente, sin embargo, cuando intenté salir pude ver una barrera mágica de color celeste que me impedía atravesarla, ni siquiera aplicando toda mi fuerza era capaz de salir de la habitación.

Esto cada vez se vuelve más incómodo, pude oír como Xavin dejaba salir un suspiro que expresaba cansancio mientras se sentaba en mi cama a esperar que yo dejara de intentar salir, por ende, me resigné y cerré la puerta para sentarme aún lado de él esperando a que alguno de los dos se atreviera a decir algo.

Yo no quería ser el primero en hablar, me sentía muy avergonzado, por ello simplemente miré un punto muerto del suelo esperando a que dijera algo, yo no quería tomar la iniciativa que pudiese arruinar nuestra amistad.

—No quiero perderte...—dijo en un tono suave mientras jugaba con sus manos de forma nerviosa, yo inmediatamente lo miré notando como él simplemente miraba sus manos.

—Yo tampoco, eres mi...

—Pero tampoco quiero ser tu amigo— me interrumpió armándose de valor para mirarme a los ojos.

—¿Qué? —pregunté confundido— pero...—susurré con tristeza bajando mi mirada, incluso tenía ganas de llorar.

No quería que se alejara de mí, nosotros hemos pasado por muchas situaciones complicadas, me niego a dejar que se aleje de mí, ¡no quiero! Xavin siempre ha estado cuidándome, apoyándome y acompañándome en los mejores o peores momentos de mi vida, si lo pierdo nada de esto tendrá sentido.

Me uní al ejército de soldados del reino únicamente por él, yo deseaba estar con Xavin, es mi mejor amigo, ¿por qué ahora es tan complicado todo? ¿En culpa de estos sentimientos? ¿Él se quedará si renuncio a ellos?

Mi cabeza estaba hecha un lío, no era capaz de pensar con claridad, yo únicamente no quería dejarlo ir, por lo que no me di cuenta de que por mis ojos comenzaron a caer lágrimas, estaba llorando y no podía controlarlo, ni siquiera cuando intenté secarlas.

Las dejé salir sintiendo un nudo en mi garganta a medida que Xavin me miraba con sorpresa, él parecía que no se esperaba este comportamiento de mi parte, a decir verdad, a mí también me sorprende.

No soy bueno para llorar, por más que duela, no suelo llorar, ¿por qué ahora sí?

—Blue...—susurró acercando su mano a mi mejilla— ¿por qué estás llorando? —preguntó tomando mi rostro entre sus manos.