Capítulo 38: Amarnos lujuriosamente

527 51 20
                                    

#Modificado

...Narra Blue...

¡Viviremos juntos! No puedo evitar sentirme eufórico por la noticia, muero de ganas por pasar tiempo con él, además tendremos sirvientes que nos ayudarán con los preparativos de la mudanza. Me resulta increíble todo lo que está ocurriendo, la noticia es perfecta para nosotros, además así puedo tenerlo cerca más de veinte minutos.

Sé que tendremos vacaciones sólo por un mes, pero es evidente que eso nos servirá de mucho.

Una vez que regresamos al palacio, nos encaminamos a las calderas para hacer fuego y calentar el agua para nuestro baño. Me sentía como un príncipe, la tina era espaciosa, la cama era gigantesca y cuando terminé de bañarme, Xavin había encendido la chimenea para mantener la habitación más calentita.

¡Qué emoción! Dormir en una cama tan costosa debe ser increíble, cuando me recosté sin duda valía la pena, era increíblemente relajante y una vez que Xavin se recostó a mi lado, fue mucho mejor, ya que nos robábamos besos tiernos de aquellos que me mantienen embobado.

—haah...—suspiró acariciando mi cabello tras cortar el beso— me gustan mucho tus labios...—me aseguró haciéndome sonreír— bueno, en realidad, me gusta todo de ti...—corrigió robándome un pequeño beso.

—¿Crees que algún día te aburras de estar conmigo? —pregunté sin pensar.

—No, no creo— me respondió acercándose más a mi cuerpo— últimamente has estado distante, ¿es eso lo que te preocupa? —me preguntó.

—Me da miedo que me dejes...—respondí refugiándome en su pecho—nuestras familias no nos querrán juntos, así que supongo que sería más fácil para ti si te interesaras por una chica, como aquella joven chica que te tomaba del brazo— mencioné agobiado.

—Blue— me nombró tratando de buscar mi mirada, pero estaba demasiado avergonzado como para levantar mi cabeza de su pecho— sé que es mucho más fácil, sin embargo, soy mucho más feliz cuando estás a mi lado...—me confesaba—sé que nos falta progresar mucho, no quiero que nos ocultemos cosas, a mí también me da miedo perderte, incluso espantarte con mis sentimientos.

—¿Espantarme...? —pregunté sintiendo mis mejillas calientes.

—Por dar nuevos pasos...—me respondió, su corazón se estaba acelerando muchísimo— me preocupaba que no estuvieses listo para vivir juntos.

—A mí también...—dije levantando la mirada.

—Prométeme que, si deseas algo, me lo dirás— me pedía juntando su frente con la mía.

—L-Lo prometo...—dije nervioso— pero tú también tendrás que hacerlo...—añadí.

—Lo prometo— repitió depositando un beso en mi frente.

—X-Xavin...—dije nervioso, él quiere que sea más sincero, así que deseaba comenzar desde ya— q-quiero hacer el amor...—confesé.

—Sí... yo también...—me aseguró atrapando mis labios apasionadamente mientras poco a poco me subía sobre su cuerpo.

Llevamos tres semanas sin hacerlo, este era el momento perfecto para amarnos lujuriosamente, incluso sin restricciones, ambos sabíamos que podíamos hacerlo una y otra vez sin pensar en nada más, no tendremos otro tipo de responsabilidad durante todo un mes, así que, ¿por qué tendríamos que ponernos un límite?

Antes, cuando me duchaba, me aseguré de aflojar mi agujero para dejarlo entrar sin problema y sin sentir dolor, quería acortar nuestra distancia, aunque no sabía cómo pedírselo sin sonar desesperado.

Mi cuerpo desde que estoy con él ya no es el mismo, jamás creí que me estremecería por la gentil caricia de un hombre, de hecho, tampoco era capaz de imaginar que ese hombre sería Xavin, yo creía que mis sentimientos desde un principio eran de amistad.

Ahora, cuando siento sus dedos deslizándose por mi espalda, mi cuerpo tiembla con cierto nerviosismo tras saber que sus dedos pronto entrarán en mí. Xavin hizo el recorrido de una forma tierna, pero mi mente no dejaba de pensar en lo mucho que lo deseaba.

Mi entrepierna obviamente se despertó por culpa de aquel cosquilleo estremecedor, me sentía un poco avergonzado por ser el primero en reaccionar a la situación, sin embargo, como no deseaba quedarme atrás, decidí bajar mis besos por su cuello mientras poco a poco iba bajando hasta quedar a la altura de su entrepierna.

No sé si logro complacerlo con mi boca, es obvio que jamás he estado con otro hombre que no sea él, así que no tengo la suficiente práctica como para confiar en mis movimientos, pero me aseguré de introducirlo en mi boca cuidando de no rozarlo con mis dientes.

Su pene no caía todo en mi boca, me dolía un poco la mandíbula por acariciarlo con mis labios, sin embargo, acariciaba gentilmente la zona con mi lengua hasta conseguir que se hiciera más grande. Me da vergüenza mirarlo hacia arriba, ahora mismo me encuentro con las caderas levantadas mientras que él roza sus dedos por mi entrada.

Esto es vergonzoso, sé que me está mirando de una forma atenta, cada uno de mis movimientos los observa con énfasis, además cuando introdujo dos de sus dedos en mi interior, mis labios gimieron de una forma ahogada.

—Pude meter dos...—murmuró, deslizando sus dedos a mi zona de placer con tal de presionar aquel punto para que mis gemidos se ahogaran en mi boca— ¿Cuándo lo aflojaste por mí...? —preguntó moviendo sus dedos más deprisa.

Mi interior hormigueaba, se sentía muy bien, pero no deseaba quedarme atrás, así que lo apretaba con mis labios mientras con mi lengua rozaba la punta. Sé que le gustaba, su cuerpo se estremeció y de forma casi instintiva suspiró de placer.

—mmmgh...—gemí sacándolo de mis labios para acariciar aquellos puntos que no caían en mi boca.

Sabía que Xavin esperaba una respuesta, pero no era capaz de mirarlo a los ojos ni tampoco podía hablar sin que mi voz temblara. Mi entrada se sentía mojada, sus dedos estaban haciendo un excelente trabajo, mis caderas no dejaban de moverse en busca de más.

—¡Ah...! —suspiré sintiendo un choque eléctrico, sabía que estaba a punto de correrme, así que decidí continuar complaciéndolo con mi boca.

No quería ser el primero en correrse, él no me ha tocado por delante, pero no puedo dejar de sentir cosquillas por todos los lados. Es tan delicioso, se siente muy bien...

Aragón (Bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora