CAMAS DE HOSPITAL • Elounor •

32 | Reacción

REACCIÓN

Eleanor entró con sus ojos fijos en los míos mientras Nancy retrocedía unos pasos para dejar espacio para que se sentara en mi cama junto a mí. Tan pronto como llegó a mi lado, tomé las tazas de café de su mano y las dejé en la mesa junto a mi cama para poder tomar sus manos.

Todo sucedió como en cámara lenta y en completo silencio, pero Eleanor no era tonta. Sabía que algo andaba mal y que la involucraba, así que cuando ni Nancy ni yo hablamos, su estado de ánimo cambió abruptamente.

"¿Bien? Estoy esperando." Su voz era severa pero sus pequeñas manos ya estaban temblando.

"Amor, sucede que-"

"¿Eleanor?" Nancy me interrumpió llamando su atención. "Louis y yo tenemos que decirte algo pero-"

"¿Pero qué? ¡Estaban hablando de un funeral, Dios!" Ella gritó, claramente perdiendo la paciencia.

"Eleanor," apreté sus manos haciéndola mirarme solo a mí, "por favor, escucha. Esto no es fácil", suspiré y pude ver a Nancy asintiéndome con la cabeza para que continuara," hay algunas malas noticias, cariño".

"Puedo notarlo, ¿podrías decirme qué pasó, Lou?"

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Había pasado por muchas situaciones difíciles en mi vida, pero nada fue más devastador que decirle a mi novia que su padre acababa de morir.

Sin embargo, cuando Nancy y yo logramos decirle a Eleanor lo que había sucedido con todo el cuidado posible, no pudimos creer su reacción. Permaneció en silencio y quieta, sin mirar nada en particular, como si su mente estuviera en otra parte tratando de procesar la noticia. Mi primera idea fue que estaba en shock y que reaccionaría más tarde, llorando y poniéndose triste como la mayoría de la gente haría. Pero después de un minuto, Eleanor me miró a los ojos y me mostró una sonrisa rara, excusándose. Luego se levantó de mi cama, tomó su taza de café y caminó directamente hacia la puerta.

"¡ELEANOR!" La llamé completamente confundido.

"¿Si?" se volvió hacia nosotros como si lo que fuera que estuviera haciendo fuera lo habitual y no hubiera pasado nada.

"Amor, ¿a dónde vas?"

"Eleanor, cariño, ¿estás bien?" Nancy también le preguntó.

"Por supuesto", sonrió de nuevo y, por primera vez desde que la conocí, reconocí una sonrisa triste. "Voy a llamar a este hombre. Voy a decirle a mi nuevo medio hermano que ¡NO ME IMPORTA UNA MIERDA MI PADRE!" su voz se elevó tan repentinamente que nos asustó a Nancy y a mí cuando hizo eco en la habitación.

Eleanor estaba de pie junto a la puerta, agitada y todo su cuerpo temblaba mientras las lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos.

"Eleanor", susurré extendiendo mi mano para que ella regresara a mi lado, pero negó con la cabeza y simplemente se fue corriendo cubriéndose la cara.

Sin decir una palabra, Nancy salió corriendo de la habitación persiguiéndola y yo me quedé solo, sintiéndome inútil porque ni siquiera podía consolar a mi novia cuando más me necesitaba. Inmediatamente tomé mi teléfono y llamé a mi madre para contarle la noticia porque, sin importar lo que sucediera, Eleanor necesitaría personas que la amaran, y mi familia y yo éramos los adecuados.

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Cuando se abrió la puerta, literalmente tiré mi teléfono para ver quién era, pero me decepcionó cuando el Dr. Frederickson entró.