CAMAS DE HOSPITAL • Elounor •

11 | Ya estoy

CAPÍTULO XI

Lo hice. Tomé el siguiente paso en mi recuperación y finalmente me senté en mi silla de ruedas. En otro tiempo lo habría odiado tanto. Pero ahora, todo lo que podía pensar era Eleanor caminando en ese jardín, sola. Tal vez incluso muriendo.

-Bueno, este es un gran paso, Louis -dijo Nancy, abriendo la puerta del dormitorio-.

-¿Podemos irnos en silencio?

"Por supuesto."

Tan pronto como cruzé la puerta, con Nancy empujando mi silla, me arrepentí tan mal. Pensé que todos los ojos estarían sobre mí, toda la gente alrededor de mí mirándome con ojos lamentables ... pero la realidad era diferente.

Nadie me prestó atención. Nadie notó mi silla de ruedas. Así que todo lo que hice fue relajarme, porque finalmente pude hacerlo.

Cuando llegamos al jardín, algunos pacientes también estaban allí. El lugar no era un jardín, sino más bien un parque. De alguna manera era incluso hermoso. Sin pensarlo dos veces, busqué a Eleanor. Y mi intento de encontrarla debió haber sido bastante obvio, porque Nancy me llevó directamente cerca de ella.

Eleanor estaba sentada en un banco bajo un árbol gigante mirando sus pies. Nancy se detuvo en un banco cerca de Eleanor.

"¿Quieres que me vaya? ¿Te gustaría quedarte solo por un momento?"

"Sí por favor. Gracias."

Lentamente, se alejó y ahora estaba solo. Sentí pánico por un segundo porque no podía moverme. Yo no estaba mentalmente listo para manejar mi silla de ruedas todavía. Todavía estaba en la negación de incluso tocarla. Así que era dependiente como un cachorro.

Eleanor nunca me notó allí, lo cual fue un poco decepcionante. Había llegado allí, así que no iba a renunciar ahora.

"Eleanor", grité y medio jardín se volvió para verme. Me sonrojé de inmediato. Eleanor se volvió hacia mí y sus ojos se abrieron en cuanto me vio. Bueno, mi silla en realidad.

"¿Qué estás ... quiero decir ..." ella no podía creer que yo estaba allí, y para ser honesto, yo tampoco.

-¿Puedes acercarte?

- Ven aquí, Louis, no te morderé.

- "No sé cómo..." y sentí que mi vergüenza crecía. Estaba tan desesperado por hablar con ella y no podía alcanzarla. Supongo que notó que estaba avergonzado, así que se levantó y caminó hacia donde yo estaba.

"Hola," dijo ella a mi lado.

"Oye. ¿Cómo estás?"

"Bien. Puedo decir que tú también lo estás", me dijo mirando mi silla. "Enhorabuena, por cierto."

"¿Para qué?"

"Estas aquí, afuera. Finalmente saliste de aquella horrible habitación." Mi primer pensamiento fue que iba a mencionar la silla, pero no lo hizo. Se refería a mí, a mi situación.

"Bueno, gracias."

Se sentó en el banco y me ayudó a mover la silla para poder enfrentarme a ella. No podía creer cómo nuestros estados de ánimo podrían cambiar tanto en un segundo.

-"Escucha, El. Quiero disculparme por mi comportamiento antes. Sé que estás pasando por un tiempo difícil y no quería empeorar las cosas para ti."

-"No tienes que preocuparte por mí, Louis. No somos nada."

"¿Nada?" Sus palabras me golpearon como una bofetada en la cara. "Pensé que estábamos ..."

Pero entonces me di cuenta de que tenía razón, no éramos nada. Estaba loco si pensaba que tenía alguna oportunidad con ella. ¿Quién querría un hombre quebrantado como yo?

-No me malentiendas, Louis. No quiero que te acerques a mí porque ... puedes despertar una de estas mañanas y no estaré allí. Estoy acostumbrada a estar sola, ¿sabes?

-"Tenemos que sanar, Eleanor."

"Lo sé."

"La curación puede ser un largo camino. ¿Quieres caminar conmigo? ¿O tal vez ... empujarme mientras caminas?"

Y luego nos echamos a reír. Por primera vez, estábamos realmente sonriendo y riendo.

"Si crees que puedo ayudarte a curarte, estaré a tu lado, Lou."

"Estupendo. Yo ya estoy para ti, El. "

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