Tal vez ese chico no tuvo una buena impresión de mi, aunque sinceramente yo tampoco tuve una buena de el, tiene tatuajes y dos perforaciones, una en el labio y otra en la ceja, eso debió doler. Por lo que pude persivir es uno de esos chicos que se creen la ultima Coca-Cola del desierto, o el ultimo Sándwich de Subway tal vez. Tiene pinta de mujeriego, es grosero, y tal vez un poco alejado de todos. Pero tal vez yo podría acercarme a el, digo, si el es solitario yo podría ser su amiga, no me importaría ayudarlo en cualquier cosa, siempre he sido así, entrometida en todo, y mi madre me reprende por eso cada vez que puede, pero vamos a ver, todos merecen un poco de ayuda y amor, no?. Quizá el chico no tiene una familia, o amigos. Aunque no quiero hacer juicios sin conocerlo, por supuesto.
- Señorita, si no va a prestar atención a mi clase le pido que se retire - dice el profesor, cogiendome fuera de base, acaso me estaba diciendo algo?
- Lo siento profesor, me estaba diciendo algo? - pregunto un poco avergonzada por mi descuido.
- Si, le estaba preguntando la fecha de la primera guerra mundial, sabe o no la respuesta? - claro que la sé calvito.
- Hmm, si señor, empezó el 28 de julio de 1914 y termino el 11 de noviembre de 1918 - le digo con orgullo, penso que me iba a corchar, ja.
- Muy bien - dice el profesor mientras se voltea y sigue escribiendo en el pizarron.
Me he salvado de esta, pero posiblemente no siempre suceda, tengo mi cabeza en todas partes, pero especialmente en ese chico, no sé por qué me intriga de ésta manera, quiero saber todo de el, y no me voy a dar por vencida hasta conseguirlo, o hasta morir en el intento, si es así, por favor que en mi entierro pongan Amnesia de 5 seconds of summer .
El sonido de la campana indica que tenemos un receso de treinta minutos, al fin.
Recojo mis cosas rápidamente y las pongo en mi mochila sin ningún orden, hasta el momento no creo que las cosas hayan ido tan bien. Decido llamar a mamá, para mantenerla al tanto de lo que hasta el momento, no ha sido mi mejor día.
- Hola? - dice mi madre al otro lado de la línea.
- Hola mamá, solo quería llamar para que supieras que no he muerto - le digo en tono burlón.
- Qué graciosa, que tal ha ido todo? - no del todo bien.
- Ha ido genial mamá, todos son muy amables y me han resivido muy bien - excepto aquel chico, o el profesor de historia, o la secretaria amargada de recepción.
- Eso es fantástico Sky, te lo dije, todo iba a salir perfecto. -estoy segura de que está sonriendo.
- Si mamá, vale te dejo, voy a la cafetería. Te quiero. - le digo mientras busco con la mirada la cafetería.
- Esta bien hija, yo también quiero, adiós. - y cuelga.
Logro localizar la cafetería, que esta al otro lado del campus, estupendo, ya no tengo ni ganas de caminar.
La razón por la que no le dije a mamá la verdad es porque no quiero que sus ilusiones se vayan por el retrete, ella no tuvo la oportunidad de ir al instituto, por eso, quiere que yo aproveche todas las oportunidades. Mi admiración por mi madre es inmensa, ha tenido que vivir muchas cosas, y no muy buenas, mis abuelos no la querían, por eso nunca le ofrecieron educación, cuando se hizo grande mis abuelos murieron, y por ser hija única toda la herencia quedó para ella, entonces conoció a mi padre y se casaron, y un año después mi mamá me tenia en su vientre. Cuando tenia un mes de embarazo mi padre murió, un maldito camión paso la señal roja y atropelló a mi padre que iba de camino a casa. Mi madre tuvo que ver de mi sola, la herencia de mis abuelos ya no estaba bastando para los gastos, así que consiguió un trabajo, y poco a poco con esfuerzo, fue aumentando de puesto, y ahora, es la dueña de una empresa de modelaje. Y yo, no puedo estar más orgullosa de eso.
No me he dado cuenta en que momento he llegado a la cafetería, pero aquí estoy. Me dirijo a la fila, como todos, y tomo una bandeja esperando mi turno. Cuando llego, cojo un cupcake, un sándwich y un jugo de cajita. Busco con la mirada una mesa libre, y por suerte hay una al fondo de la cafeteria, me dirijo a ella con paso firme, ignorando las miradas que se posan en mi, cuando me siento y pongo mi bandeja sobre la mesa, soy consciente de que el chico del pasillo esta en la mesa de al frente y que tiene su mirada puesta en mi. Levanto la vista y entonces empezamos una batalla de miradas, el tiene el ceño fruncido y los ojos un poco enchinados, y yo solo me dedico a mirarlo con una ceja elevada. Ya he dejado que me intimide bastante, ahora es mi turno de hacerle frente y no quedarme atrás. Después de lo que pareció una eternidad, el chico voltea su mirada para prestar atención alo que le dice su amigo, y yo concentro mi atención en mi comida.
Minutos después, el se levanta con su grupo de amigos que consta de dos chicos y él, y salen de la cafetería.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hola, si ven esto, solo quiero que sepan que no estoy esperando como muchas escritoras de Wattpad que voten por mi novela, o comenten, o cualquier cosa de esas. Solo quiero que disfruten lo que escribo si les parece interesante o algo, hago esto por diversión, no para hacerme famosa en ninguna red social o cualquier cosa. Besos.