Ha pasado un mes desde la última vez que hablé con el señor misterio. Aunque lo he visto un par de veces, ninguno de los dos ha sido capaz de dirijirle la palabra al otro. Hace unos días tome la desición de hacer el trabajo de biología por mi cuenta, así no tendría que estár cerca de él, como siempre lo quiso. Liam ha estado enviandome textos seguido, quiere que sea su amiga, y yo, por supuesto que quiero serlo. Hemos salido varias veces, es un chico bastante tranquilo, una imagen muy diferente a lo que vi aquel día en la fiesta. Y por último, he conocido a una chica, demasiado diferente a mí, pero es realmente agradable, su nombre es Lucy y tiene incontables tatuajes. Lucy y su novio, Kato, con incontables tatuajes también, me han invitado a una fogata este fin de semana, y he aceptado. Según Lucy, va a estár todo muy tranquilo, sólo un par de cervezas, música y chicos, muchos chicos. Pero, aún es miércoles, así que me levanto, me baño, desayuno y me voy al instituto. Cuando estaciono mi auto y me bajo de él, choco accidentalmente con el señor misterio, él no se toma la molestia de mirarme siuqiera, sólo sigue su camino. Yo, por mi lado, me dirijo al edificio de mis tres primeras clases. El maestro no ha venido, así que todos tenemos el derecho de irnos y volver después, para la siguiente clase. Mientras todos salen yo prefiero quedarme en el aula y esperar la siguiente clase. Mi telefono vibra y yo rapidamente lo tomo. Es un texto de un numero desconocido.
Desconocido: "Hoy estás preciosa, esa blusa rosada hace que se noten más tus deliciosos pechos.''
Paso saliva y giro mi cabeza en todas la direcciones, pero estoy sola. Mis manos han empezado a sudar y mi corazón late rápido. Decido no contestar, debe ser sólo una broma.
En el resto de las clases traté de ignorar aquel mensaje, debo admitir que me asusta.
Para cuando llego a casa mis nervios están de punta, tengo tantos deberes para mañana que preferiría razurar mi cabeza que hacerlos, pero igualmente los haré. Así que lo siguiente que hago es tomar una ducha y empezar con mis deberes. Mi telefono vibra y yo lo tomo al instante. Es un texto.
Desconocido: "¿Te gustó mi mensaje preciosa?''
De nuevo ese número. Me armo de valor y respondo.
Yo: "¿Quién eres y por qué tienes mi número?''
Pasan unos segundos hasta que responde.
Desconocido: "Eso no importa. Lo único que importa es que tengo mi polla dura, por ti. Duele de la necesidad de enterrarme en tu apretado coño''
Mi corazón se acelera y me falta la respiración. No por favor, no de nuevo. Pongo mi mano en mi pecho y trato de tomar respiraciones profundas hasta que al fin puedo respirar con normalidad. Tomo mi telefono nuevamente y contesto el texto anterior.
Yo: "Si esto se trata de una broma, creo que es de muy mal gusto. Deja de molestarme y olvidaré esto.''
Espero una respuesta pero no llega. Supongo que entendió. Suspiro y sigo con mis deberes. Un par de horas más tarde mamá llega y me lleva con ella a su habitación, para contarme de un hombre que conoció hoy, y según como lo describe es bastante guapo. Siempre quise que mamá rehaciera su vida, pero ella núnca estuvo de acuerdo. Ahora veo una pequeña esperanza. Entonces este hombre la invitó a cenar el sábado en un lugar bastante elegante. Mamá luce bastante emocionada con el tema, al parecer quedó encantada con él.
Mi semana fué considerablemente atareada. Tuve pruebas casi todos los días. El jueves acompañé a mamá a un par de tiendas para buscar un lindo vestido. Al final encontramos uno color vino que contrasta perfecto con su tono de piel. Es sábado, así que lo único que haré hoy es preparar a mamá para su cita.