12. S.

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Es lunes y no veo al señor misterio por ningún lado, incluso cuando tenemos un par de clases juntos, lo más probable es que no haya venido. A decir verdad, eso me relaja un poco, no tengo deseos de verlo después de la escena del sábado, al parecer no le gusto, y no me sorprende, puedo ver fácilmente que no le agradan muchas cosas. Aunque es inevitable sentirme un tanto decepcionada, en serio quiero conocerlo, pero él lo hace todo tan difícil que al momento de estar con él, las ganas de escarbar en su vida se esfuman.
Asisto a todas las clases con mi mente considerablemente despejada, siento paz al no tener cerca al señor misterio, pero al mismo tiempo extraño su presencia.
Cuando llego a casa mamá está empacando, había olvidado por completo que ésta semana va a estar fuera. Dedico casi toda mi tarde a ayudar a mamá y a hacer mi deberes. En la noche gasto tiempo en mi teléfono y pronto me quedo dormida.

Martes, tan, pero tan lejos del precioso viernes. Aunque no tengo planes, por supuesto.
Me levanto y sacudo mi cabello, como lo hago de costumbre. Entro al baño, tomo una ducha y al salir me cambio. Cuando bajo a la cocina mamá está hablando por teléfono, voltea a verme y guiña su ojo derecho hacia mi, yo le doy una media sonrisa. Tomo mi desayuno y cuando me levanto mamá corta la llamada.
- No creo estar para cuando llegues, mi vuelo sale en un par de horas, portate bien, no traigas chicos a casa, no hagas fiestas y por favor, da de comer a Luna. - Luna es nuestra gata, es blanca con grandes manchas marrones, la amamos.
- Mamá, te vas por una semana, no por un año, no seas exagerada. Te voy a extrañar, pero ya voy de salida. Suerte. Te amo. - Doy un beso en su mejilla y al voltearme ella palmea mi trasero, le dedico una mirada de reproche y ella ríe.
Salgo de casa con una sonrisa. Entro mi auto inmediatamente prendo la radio. She looks so perfect está sonando no puedo evitar cantar todo pulmón. Paro en un semáforo subo más al volumen de la radio, elevando también mi voz. Siento que alguien me observa, así que giro mi cabeza veo al señor misterio, está mirándome fijamente puedo jurar que las comisuras de sus labios están ligeramente elevadas. Volteo mi cabeza alfrente apago la radio, trato de lucir natural mientras espero aque el semáforo cambie verde. En cuanto sucede, escucho cómo las llantas de su preciosa moto chillan al pasar frente a mi auto deja un pequeño camino de humo que rápidamente se dispersa por el aire.
Llego al instituto, parqueo mi auto entro al edificio F. Llego al aula tomo asiento en uno de los primeros lugares. El maestro llega unos minutos después empieza la clase. No presto mucha atención lo que dice, sino que me dedico hacer garabatos en la ultima hoja de mi libreta. Una bola de papel aterriza en mi libreta, levanto mi mirada inspecciono disimuladamente el aula, para saber quien la envió, pero todos, incluso el señor misterio, tienen la mirada clavada en lo que el maestro escribe en la pizarra. Suspiro abro la bola de papel, trago saliva puedo sentir mis mejillas calientes. Es del señor misterio.

Half a heart.  h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora