𝐟𝐢𝐟𝐭𝐞𝐞𝐧

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Quiero cenar en tu casa.

Desde que SeokJin le había hecho aquella petición, como condición para que pudiera darle otra oportunidad, tenía los nervios de punta, además de el miedo a que pudiera cagarla en cualquier aspecto, y momento.

Una vez había dejado a Jin en la universidad nuevamente, mandó a limpiar toda su casa, revisó miles de páginas de restaurantes para encargar una buena comida que sorprendiera al menor y sobre todo que tuviera aquella "pinta" de que él pudo cocinarlo por si mismo. Después de todo, él no era muy bueno en la cocina, sabía arreglárselas, pero un gran plato que pudiera impresionar a SeokJin, no.
Tenía que dejar todo perfecto para Jin, aprovechó y canceló todo lo que tenía ese día, suponía que HoSeok tendría trabajo o que quizás pasaría el día con su novio, y esperaba que sus otros amigos no molestaran.

Abrió la puerta de su casa, viendo como el personal de limpieza hacía su trabajo, sin cruzar mirada con ninguno, revisando tranquilamente su celular para terminar con los preparativos para la noche.

Casi todo listo.

Tenía una gran cena lista, su hogar brillaba cual diamante recién pulido, y el ambiente estaba plagado de un agradable aroma a lavanda y vainilla, un poco dulce para su gusto, pero esperaba que a Jin le gustara.

Ahora sólo quedaba tomar un gran baño y prepararse para cualquier tipo de situación. Después de todo, esa noche cenarían en su casa, podría pasar cualquier cosa, pero ante eso, tenía una sola cosa en mente, y es; que debía controlarse mucho.

Mientras su cabeza daba vueltas, luchando en completo silencio contra su parte baja, que estaba prácticamente emocionado por la noche, subía las escaleras hasta su baño. No podía permitirse el comportarse como un completo cavernícola hambriento de puro sexo, estaba completamente seguro de que acabaría por asustar a SeokJin y lograría que se vaya y que incluso le dieran una orden de alejamiento.

La simple escena, que incluso era cómica, que ideó su cabeza para darse algún ejemplo, lo hizo temblar de miedo. Debía comportarse si quería que todo su perfecto plan funcionara como lo ideó.

Aunque quisiera, la paciencia no estaban de su lado en ese día casi tan importante, pues apenas puso un pie dentro del baño ya estaba casi completamente desnudo, a excepción de su boxer de color negro. Por supuesto que juntó todas sus prendas en sus manos para luego lanzarlas sin cuidado dentro del cesto de ropa sucia, que por suerte se encontraba vacío.

Una vez ya se encontraba adentro de la pequeña habitación del baño, cerró la puerta con seguro, dispuesto a por fin tomar una relajante y extensa ducha para limpiar su cuerpo por completo. Claro, no quería perder más tiempo y estar impecable para esa noche era lo principal, no deseaba recibir al lindo Jinnie impresentable, y claro, lo habría hecho inmediatamente sino fuese por su celular que sonó causando que diera un pequeño brinco por la sorpresa.

No esperaba una llamada.

¿Quién será?

──¿Hola?── Contestó algo dudoso al no haber visto de quien se trataba.

"──¡Tengo que ir a tu casa ahora!──"

Casi lanzó el celular dentro de la bañera vacía al escuchar el casi grito que soltó aquella voz, y conocía perfectamente al dueño de ella.

──Maldito enano, ¿qué demonios te pasa?, si mi celular se rompe ésta vez, tú tendrás que comprarme otro── Por supuesto que no se molestaría al punto de regañar fuertemente a su amigo de cabellera rosa, claro que no. Un minuto. ¿Que dijo? ──¿Como que tienes que venir?, estoy ocupado──

𝐫𝐨𝐜𝐤𝐬𝐭𝐚𝐫  |  kookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora