𝐭𝐞𝐧

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¿Y ahora qué debía hacer?

Miraba el reloj de una de las paredes del aula de la universidad, notando que las pequeñas agujas cada vez se acercaban más al horario establecido por JungKook. Quien con anterioridad le había recordado sobre su nueva "cita", o salida entre amigos como le decía SeokJin.

Estaba nervioso, tanto que incluso no pudo detener a sus piernas, que se movían para intentar calmar su ansia.

JungKook prometió venir por mi en menos de veinte minutos, y de seguro preguntara sobre el beso.

Dios.

Aún podía recordarlo, los delgados y expertos labios del mayor, pegándose a los suyos, dándole el mejor beso que alguna vez tuvo. Jamás había hecho algo como eso, de sus anteriores parejas eran pequeños besos no tan expertos y muchas veces terminaban por disgustarle. Sin embargo, JungKook sabía como besar, y supo cómo hacer para que le gustara, incluso un maldito beso francés, algo que nunca pudo probar, y ahora lo hizo de una manera tan espontánea y repentina.

No quería admitirlo, al menos en voz alta, y mucho menos para el idiota egocéntrico de JK, que de seguro aprovecharía aquello para soltarse con él, y aquello era algo que no permitiría.

SeokJin sería alguien correcto. Bueno, no tan correcto.

Soltó un gran y pesado suspiro al escuchar la despedida del profesor y del resto del alumnado.

Temía por lo que fuese a suceder en esta nueva cita.

"──Oye, no me ignores ☹, necesito tu ayuda, y te dije que si me ayudabas te contaría todo lo que sepa sobre Agust D──"

Oh lo había olvidado.

Miró el mensaje que se reflejaba en su celular. Hacia ya unos días que había comenzado una buena y bastante agradable casi relación de amigos con el tal Park JiMin. Era muy carismático y sobre todo divertido, fue muy fácil que le cayera bien tan rápido.

Olvidó todo el tema de JungKook al recordar sobre que trataba el asunto de aquel mensaje.

A pesar de que estaba bastante seguro de que artistas tan importantes como lo eran JungKook o el tal JiMin, no revelarían información sobre cosas relacionadas al trabajo o incluso vida personal, pero no bastó absolutamente nada para que el mismo Park JiMin le contra sobre su colaboración en una canción con su artista favorito; AgustD, el amor de su vida.

¿Estaba emocionado?, por supuesto, tanto que ese día que le comentó aquello no esperó absolutamente nada para llamar al peli rosado y gritar de la emoción. Jamás había conversado durante cinco horas seguidas sobre AgustD, con a absolutamente nadie y menos con alguien que lo amaba e idolatran casi de la misma manera en la que el lo hacía.

Consideraba tener a JiMin de nuevo mejor amigo. Es más, ni siquiera habían dejado de hablar desde entonces.

"──Lo siento, sabes que estoy algo estresado por mis clases y apenas pude ver tu mensaje :(──"

"──Si vas a ver a mi futuro esposo, yo elegiría el tercer atuendo──"

No pudo evitar reír al enviar los mensajes, mientras se levantaba de su asiento y caminaba fuera del lugar sin despegar la mirada del aparato.

Poco le importaba si llegaba a chocar con alguien. Ahora en lo único que podía sentirse enfocado era en la gran colaboración que vendría de parte de un talentoso artista como JiMin y de el "Dios del rap"  AgustD.

De repente, dos brazos se enredaron en su cintura provocando que diera un salto completamente asustado por ello.

──¿Te asusté, mi amor?──

𝐫𝐨𝐜𝐤𝐬𝐭𝐚𝐫  |  kookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora