Prólogo.

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Ella bufó frustrada, y siguió fulminándole con la mirada a su hermano, ¿Cómo era posible que la haga caer tan bajo? Soltó un suspiro dirigiéndose a su hermano y dijo a regañadientes.

– Esta bien.­– se levantó de la cama y se dirigió directo a su hermano levantándole con un dedo amenazante. – Pero no te olvides, que esta te lo cobraré. – el solo rió y con una sonrisa de satisfacción se burló sacándole la lengua.

–Entonces… – comenzó a citar la chica. –… quieres que me burle de nuestro sexy vecino que no vemos desde hace años, cuando apenas llega… – la chica asentía levemente. –… para luego, “humillarlo” aún más. Esto es patético. – Sentenció negando la cabeza.

–Anda vamos, que has perdido la apuesta… – dijo este levantando una sonrisa burlona y la chica lo fulminó con sus ojos de color verde selva.

– Esto puede traer consecuencias en… – decía la muchacha con incertidumbre pero su hermano la calló levantando la palma de su mano.

– Te puedo asegurar que no traerá cambios a tu vida, en ningún ámbito. – sentenció su hermano tratando de tranquilizarla, pero en lugar, la desesperaba aún más.

– Tenemos más de 20 años…– suplicó la chica como último recurso.

El pareció pensárselo, y la chica tuvo un aire de ilusión por un momento, pero su ilusión se esfumo cuando su hermano levantó una sonrisa burlona, y negó lentamente con la cabeza.

– Menuda Bienvenida le vas a dar…

Ella rodó los ojos, y salió de la habitación, maldiciendo por dentro.

¿Para Siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora