CAPITULO 7. EL SUJETO

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Otro día más dentro del cuerpo de Kira, pero esta vez era diferente, había despertado con toda la disposición para hacer un cambio y regresar a mi cuerpo original.

Solo que no sabía por dónde empezar, imagine cientos de posibilidades y cada una de ellas sonaba más estúpida que la anterior.

El dolor de cabeza empezaba a aparecer.

Con el fin de relajarme y formular nuevas ideas o teorías salí de la casa para ir al parque donde estuve con Mew una vez.

Mew.

El maldito no dejaba de rondar mi cabeza, se escabullía entre en mis pensamientos y eso me estresaba cada vez más.

El parque estaba solitario, probablemente por el clima. Repentinamente amaneció nublado y con un viento que te ponía los pelos de punta.

Me senté en una de las bancas vacías y miré a la nada, solamente existiendo.

Una persona se sentó a mi lado y yo lo ignore. Como que había muchos sitios para sentarse ¿por qué justo a mi lado?

—Lo estás haciendo bien, Gulf.

Mi cabeza dio un giro mortal de 180 grados ¿escuche bien?

—¿Qué dijiste?

—Hasta donde sé no eres sordo, así que escuchaste bien. —Su voz sonaba llena de arrogancia.

—¿Por qué me llamaste así? ¿Cómo sabes que es mi verdadero nombre?

—Hay muchas cosas que desconoces, pero pronto te ayudare a entenderlas.

El sujeto era un hombre de casi 30 años, delgado y con las piernas bastantes largas. Solo podía ver la mitad de su rostro y este no mostraba ninguna expresión.

—¿Puedes dejar de mirarme? Me desgasto.

­—¿Acaso eres estúpido? —Mi intención no era ofenderlo no al menos en voz alta pero ahí estaba mi lengua sucia moviéndose por sí sola.

—No lo sé, dímelo tú. —Finalmente me miro a los ojos y me sorprendí al notar que sus ojos eran de diferente color. Tenía un ojo de color dorado y otro de color azul.

Era hermoso de admirar.

—Tus ojos son hermosos. —Dije. De igual forma sin pensarlo mucho. Me sentía embelesado por esos ojos, no podía dejar de mirarlos.

Él pareció levemente sorprendido por mi comentario, pero rápidamente reacomodo su postura.

—Tratare de ser lo más preciso en dar esta información y por favor no te desmayes. —Dijo con una mirada molesta. —Tienes que volver a la vida que te fue dada.

—Eso es lo que más quiero.

—¿Me dejas hablar? —Preguntó.

—¿Siempre eres tan estúpido? —Contraataque. No dijo nada, pero su mirada lo decía todo.

—Continuo. Tu situación es bastante compleja y sencilla a la vez, por una equivocación del destino terminaste en el cuerpo de otra persona, aunque como yo lo veo, fuiste bastante estúpido. ¿Cómo te pudiste equivocar de cuerpo? Definitivamente eres tonto.

—¿Viniste a ayudarme o a insultarme? Y no me haz dicho quien eres.

—Las dos, en realidad. —Era el colmo este sujeto, se estaba ganando con creces una golpiza. De nuevo no dijo su identidad.

RENACER-MEWGULFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora