RENACER-MEWGULF

CAPITULO 18. TODO TIENE UN FINAL

En realidad, no hay mucho que decir.

Había tenido una idea totalmente estúpida y un par de chicos me siguieron en el juego.

No lo tome en serio hasta que llegamos a las puertas de la empresa, no tenia miedo hasta que estuvimos rodeados.

No me arrepentí de mi decisión de entrar hasta que un disparo golpeo a Mild.

Todo era mi culpa.

¿Por qué las cosas malas que le pasaban a Mild siempre pasaban cuando estaba a mi lado?

Todo era mi culpa.

Y cuando estaba a punto de derrumbarme una luz blanca atravesó los ventanales y fue como volver a respirar.

Todos miramos sorprendidos hacia la entrada y la policía se dejo ver.

Todo paso en cuestión de segundos de pronto estaba a lado de Mild preguntándole sobre su salud y en otro momento Mew me tenia entre sus brazos, daba palmadas en mi espaldas tratando de tranquilizarme, aunque creo que funcionaba mas para él.

Los hombres no tuvieron ninguna oportunidad de huir ya que se encontraban rodeados por los elementos de la policía. Estaban siendo arrestados entre jaloneos y palabrotas. Un policía se acerco con nosotros.

—Una ambulancia ya viene en camino, no se preocupen. Todo estará bien. —Un hombre uniformado y con alrededor de 50 años nos hablo y en su rostro podía verse la amabilidad. Una lagrima de agradecimiento bajo por mi mejilla.

—Gracias... ¿Qué hacen aquí? —Pregunto Mew con curiosidad.

—salvándonos el trasero, que preguntas haces...auch —dijo Mild

—Mild, cállate. Mas te haces daño. —Contesté.

—Que trio tan encantador. A decir verdad, no estaríamos aquí sino fuera por la llamada y denuncia de una persona.

"¿Denuncia?" los tres nos miramos sorprendidos ante los comentarios por el policía. Ninguno de nosotros lo hizo, claro está. Así que...

—Lo hice yo, por supuesto. —Una joven entro por la puerta y se dirigió con nosotros a paso seguro y con la frente en alto.

Mi hermana.

Mi espectacular hermana.

Ella dirigió su mirada al policía y lo saludo con un asentimiento de cabeza para después posar su mirada en nosotros o mejor dicho en Mew, en la forma en cómo me sostenía de los brazos. Desvíe mi mirada, era muy incómodo.

—Imaginé lo que harían solo que lo comprobé muy tarde. O justo a tiempo para evitar otro problema mayor.

Mi hermana tenia el semblante serio, podría decirse a simple vista que estaba enojada, pero yo creo que no. Estaba siendo fuerte para no llorar y pensar en lo que hubiera pasado de no llegar ella y los policías a tiempo.

El sonido de la ambulancia nos interrumpió. Y Mild se quejó un poco más, su mano seguía presionando con fuerza su herida y en su rostro el dolor lo embargaba.

Me acerque a él.

—Todo estará bien, ya viene la ayuda. Gracias por todo Mild. —Susurre cerca de su oído y él solo asintió con la cabeza.

Los paramédicos llegaron a nuestro lado y de inmediato se llevaron a Mild al hospital, le prometí que pronto estaría con él.

Mientras observaba como se iba la ambulancia, Mew llego a mi lado y tomo mi mano, nuestros dedos se entrelazaron. Y alguien carraspeo detrás de nosotros. Nos volteamos y vino a mi Nil.