CAPITULO 1. ¡ESTE NO ES MI CUERPO!

1.3K 191 21
                                    


Frio. Sentía mucho frio en mi cuerpo, quería mover mis piernas y brazos para enrollarme más entre las sabanas. No recordaba haber prendido el aire acondicionado...ni siquiera recuerdo haber llegado a la casa.

No recordaba nada.

Abrí los ojos con dificultad, la luz blanca me lastimaba por lo que parpadeé varias veces para adaptarme a la luz. Toda la habitación era blanca, este no era mi cuarto.

Mire a ambos lados y no había nadie... solo un monitor que registraba mi signos vitales. ¿Tuve un accidente? Enderece mi espalda y quite la sabana para buscar a alguien.

Qué demonios

Mire mis piernas y estaban muy delgadas e incluso sin vello. ¿Qué tipo de accidente tuve que baje de peso y me depilaron?

Me apoyé de una silla cercana y empecé a caminar lento, me dolían las costillas, sentía como si me hubieran dado una paliza.

Tengo que mear. —me sorprendí, incluso mi voz sonaba un poco diferente ahora.

Ignore esa sensación y continúe caminando. Por fin conseguí llegar al baño y levanté la tapa del inodoro. Abrí un poco las piernas y me subí la bata para poder orinar.

¡Que mierda! Ahhhhhhhhhh ¿Dónde está mi pequeño?

Yo... tenía un pene aquí... ¡¿acaso me han castrado?!

Mi respiración se volvió errática ¿Qué me hicieron? ¡Ayer estaba completamente bien y ahora esto!

Fui al lavabo, necesitaba un poco de agua en el rostro, tal vez, solo estoy soñando o imaginando cosas. Eso debe ser. El pequeño espejo del baño estaba empañado por lo que con mi mano empecé a limpiar y...

AHHHHHHHHHHHH. —Esta vez sí grite y el sonido me espanto porque era igual al de una mujer.

Una mujer.

¿Soy una mujer?

Con ambas manos toque mi rostro, que ahora era suave y pequeño. Esto debe ser una alucinación.

Una maldita alucinación.

Despierta, despierta, despierta Gulf.

Repetía en mi mente mientras me daba palmadas en las mejillas con la intención de despertar.

Con lo rápido que me dejaban caminar mis pies, volví a mi cama para acostarme y así despertar de esta pesadilla.

Me coloque las sabanas encima de la cabeza y segundos después escuche abrirse la puerta de la habitación. Quería mirar, pero tenía miedo de lo que podía ver.

Hija, despertaste ¿estás bien? —La voz de la mujer sonaba preocupada.

¿Mamá?

Retire la sabana de mi rostro con lentitud y la mire.

Ella no era mi mamá.

Mi mamá jamás tendría el cabello rubio y estaría sin maquillaje.

La mujer se acercó un paso más y estiro una de sus manos para tocar mi rostro, por instinto me aleje de ella y pegue lo más que pude mi cuerpo al respaldo de la cama. Me sentía tan pequeño ante la mirada de esa persona y sí, tenía miedo. Este sueño estaba durando más de lo deseado.

Soy yo hija, no tengas miedo. —Su mirada estaba llena de alivio y adoración al verme, sin embargo, yo no entendía nada.

No soy su hijo... —Mi voz sonó más débil de que lo quise.

RENACER-MEWGULFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora