RENACER-MEWGULF

CAPITULO 13. LO NECESITO

Estaba feliz, aunque se sentía un poco amargo.

No lo entiendo.

Había pasado una semana desde que desperté y mis padres no se han despegado de mi en ningún momento.

Siempre hay alguien montando guardia y a pesar de las múltiples preguntas que he hecho para saber el motivo, siempre responden: "solo queremos que estés seguro" a lo que respondo "¿seguro de quién?" y del cual no obtengo respuesta. No exigía más explicaciones porque mi estado de ánimo no era muy bueno y durante el día siempre estaba cansado. Solo esperen a que vuelva de regreso mi energía y todo esto cambiara. Me darán respuestas o las tendré que buscar.

A un lado esto, mis padres estaban felices de que estuviera con ellos. Habían llorado tanto esa mañana que desperté, hasta que pensé que inundarían mi habitación. Entre sollozos me dijeron que me amaban y no los volviera a asustar de esta manera y mi hermana me dijo que era un tonto y tiraría mis cosas a la calle si volvía a lastimarme. Yo también llore. Mucho.

Aun puedo escuchar a mamá llorar en las noches mientras finjo que duermo. Porque dormir en las noches me resulta demasiado difícil.

Mild también ha estado aquí (más de lo que me gustaría) y siempre viene cuando es el turno de mi hermana, lo cual no se si es intencional o solo casualidad.

Han pasado algunos días y Mild llego con noticias importantes. Deje mi celular y centre toda mi atención en él.

—¿Y? ¿Qué paso? ¿Qué hiciste?

—Bueno...no sé qué quieres escuchar.

—No es lo que quiera escuchar, es lo que viste, lo que tu escuchaste. Dime algo.

No estaba molesto solo ansioso por saber. Él hablo:

—Están destrozados. Los padres de Kira están destrozados, lucen enfermos y las lágrimas son evidentes, pero...cuando llego el momento de despedirse, ellos se mostraron fuertes y agradecidos de haber tenido una hija. Incluso contaron cosas graciosas de Kira cuando era pequeña y...como sintieron que tuvieron otra hija después del accidente de carro.

Mild hizo una pausa y a mí se me encogió el corazón.

Los he lastimado demasiado.

—Estaban felices de haber conocido otra faceta de su hija, de que les haya hecho el desayuno. El papá rio contando como ambos veían partidos de futbol. Agradecieron poder haber vivido esos momentos con su hija. Contigo Gulf. Porque ese eras tu.

Suspiré pesadamente y dije:

—Lo era y no tenía el derecho de usurpar el lugar de su hija. De tomar su vida. No sé si les hice más daño que bien. —Mire a Mild y el me sonrió de forma honesta.

—Yo los vi y sé que estarán bien en el futuro. Lo superaran, como tú también lo harás.

Yo solo esperaba que Mild no me mintiera, no tenía motivos, pero...

—Lo estaré.

—Hay algo más. —dijo. —Él estaba ahí. Mew. Su rostro lucia triste. Estuvo al pendiente de todo lo que se requería y nunca se despegó de los papas de Kira. Él me vio.

—¿Te dijo algo? ¿hablaste con él? —Mi pulso se aceleró.

—No, logre escapar. Al principio estaba confundido cuando me vio y de ahí parecía estar molesto o algo así, no estoy seguro. Lo que si se es que sentí miedo y salí de ahí corriendo. No literal.