UN MATRIMONIO FORZADO

EPÍLOGO

Dos meses después

Es de noche, estamos dormidos y escuchamos el llanto de Emily.

–William.

–Mhhhh.

–Te toca a ti.

Se sentó en la cama se puso los zapatos y salió del cuarto, unos minutos después entró William con Emily en brazos.

–Tiene hambre.

Me senté en la cama y comencé a cantarle mientras la alimentaba, William se sentó a mi lado y nos estaba mirando con una sonrisa en su rostro.

–¿Qué pasa?

–Nada, es solo que estoy pensando en lo felices que somos, si me hubieran dicho que estaría así, no hubiera creído, gracias Madison desde que llegaste a mi vida me has hecho el hombre mas feliz del mundo.

–Te amo William y haría todo lo que estuvieran a mi alcance por verlos feliz, a ti, a Ryan y a Emily, eres lo mejor que pudo haberme pasado en la vida. Los amo más que a nadie y daría mi vida por ustedes.

Se acercó lo que Emily nos permitía y me besó. Si me hubieran dicho que estaría así con el hombre más odioso que pude haber conocido, les habría tirado un jarrón en la cabeza. Amo a mi familia, sé que mis padres están orgullosos de mi, todos los días los llevó conmigo en mis recuerdos, sé que ellos están juntos y felices como siempre lo fueron cuando estaban aquí entre nosotros, los extraño mucho y siempre los voy a extrañar, pero sé que ellos están conmigo y con mi familia y nunca nos abandonaran. William es el mejor hombre que pude haber conocido, siempre agradeceré a mi madre y a su madre por haber tenido la loca idea de casarnos, de no haber sido por ellas no habría tenido esta hermosa familia, a un buen esposo como William y a dos hijos preciosos como Ryan y Emily. No pude haber deseado algo mejor que no fuera mi familia a la cual amo tanto.