#RECUERDOS DE DÍAS BONITOS#

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Jamás creyó que conocería la belleza, claro, despues de ver ese atardecer se dio cuenta de que se equivocaba completamente.

El cielo era indudablemente hermoso, era uno de esos días donde se veía de un rosa precioso con tonalidades naranjas. Definitivamente los atardeceres de Corea eran los mejores.

--Hola, ¿Qué haces?

--Disfruto mi vida.

Su "hermano", con quién compartía territorio, no conocía el "tiempo para uno mismo"; era un invasor de espacio personal profesional, era unos minutos más pequeño pero se comportaba cómo si fuera dos años menor.

Sip, el pequeño se la pasaba pegado a él cómo un imán al refrigerador.

--¿No es muy aburrido sólo ver el cielo? --preguntó el niño sentándose a su lado.

--El cielo es lo mas hermoso, permanece azul pero en un momento puede ser morado, rosa, rojo...

El pequeño pareció perder interés porque se levantó y salió corriendo, él suspiró y frotó su ojito derecho, le dolía un poco. Siguió observando cuando el pequeño regresó con un puñado de flores en la mano.

--¿No son lindas? --preguntó tomando asiento a su lado-- me las encontré en el paseo que dimos.

Él se fijó cómo acariciaba con delicadeza los diminutos pétalos de la flor, las miraba con admiración, parecían su mayor tesoro, algo que era tan frágil y tan hermoso para querer protegerlo.

--¿Por qué las arrancaste? --el pequeño lo miró, confundido-- acabas de matarlas sólo para traerlas aquí. Terminaste con sus vidas sólo para mostrarmelas; eso es egoísta de tu parte.

El pequeño miró la mano con la que sostenía las plantitas, miraba cómo sus pétalos estaban ya marchitandose un poco. Su ceño se frunció ligeramente.

--Claro que soy egoísta, soy un humano --su voz se mostraba molesta y (quizá) un poco herida-- mira --levantó su manga, mostrando una marca roja que se veía dolorosa-- me dieron con la vara por arrancarlas; las vi en el paseo al que no quisiste ir y quería que vieras éstas flores porque son hermosas --lágrimas mojaron sus ojos, llenandolos de tristeza-- ¿por qué me odias? ya sé que soy muy pegajoso, sé que soy una molestia para ti y que ruedas los ojos cada vez que hablo --respiró profundo-- te quiero mucho; te quiero a pesar de que tu no me quieras...

--Yo... yo sí te-

--¿Sabes que? olvidalo --lanzó las florecitas a su rostro, alejándose.

Él nunca creyó que conocería a alguien a quién quisiera proteger. Ese pequeño aceptó un golpe de vara sólo para mostrarle una pequeñas flores, ¿era estúpido? ¿de que más sería capaz?

El cielo nocturno extendió su manto sobre el mundo, dando fin al día e inicio a un bonito sentimiento.

#¿Qué hora es allá dónde viven? aquí son las 9:18 am

~°*CORTOS NO TAN CORTOS*°~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora