Una Vida Con Él - (Harry Potter y tu)

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*Narra __________*
Había pasado una semana desde que mamá y yo habíamos ido a la cena a la casa de los Dursley y no veía a Harry por ningún lado, es como si aun lo quisieran esconder. Esperaba que no se dieran cuenta que lo había visto y le prometí que no le diría a nadie que él estaba ahí y dormía en aquella pequeña alacena.

El lunes iniciaba mis clases en la escuela muggle. Solo 6 meses más y me iré a Hogwarts, lo cuales contaba con alegría.

Mamá me había ido a dejar a la escuela, deseándome un buen día y que no me metiera en problemas. Una de las maestra me llevo a mi salón, donde vi a Dudley con sus amigos y a Harry en una esquina del salón sólo. Aquella maestra me presento, haciendo que todos me miraran y al final me senté con Harry.

—Hola, Harry —salude feliz al ver una cara conocida.

—Hola —me saludó algo tímido.

Note como algunos nos empezaban a mirar pero no me importó y empecé a hablar con él. Preguntándole dónde se había metido esa semana y si sus tíos no se habían dado cuenta que lo descubrí en la alacena aquella noche.

Las clases fueron en cierta parte interesante, pero sin duda lo serían aún más si hubiera magia. Cuando tocaron el timbre para el receso, Harry y yo salimos juntos, aún con la mirada de los demás que seguí sin hacerles caso.

Tuve que dejar a Harry unos minutos porque tenía que ir al baño. Cuando salí del cubículo me fui a lavar las manos.

—Tú eres la niña nueva, ¿no? —dijo una niña mientras entraba con sus amigas.

—Si —respondí mientras cerraba él llave del lavabo.

—Bueno, para usar este baño tienes que pagar por el —se me acercó amenazante, dado que ella era sin duda mayor que yo y también alta.

—¿Y si no quiero? —dije con calma.

Ella pensó que me iba a intimar cuando de la anda el agua de todos los lavabos se abren y la mojaron a ella y sus amigas. Empezaron a gritar, así que salí de ahí con una pequeña sonrisa.

Busque a Harry por el patio y lo encontré, no de una buena forma, ya que los amigos de Dudley lo estaban golpeando, así que no dude en corre rumbo a ellos y si era necesario usaría mi magia como con aquellas niñas.

—¿Qué te pasa Dudley? —dije enojada y con ganas de golpearlo.

Había logrado separarlos de Harry, aunque me miraban con ganas de hacerme algo, sin importarles que era una niña.

—Tú no te puedes juntar con este —señaló a Harry.

—Tú no puedes darme órdenes, así que vete con tu gorilas a otro parte.

Los mire de una manera amenazante, que los hizo dudar, para que luego Dudley les hiciera una seña de que se fueran de ahí mientras murmuraban: sin unos bichos raros ambos.

Me agache a mirar a Harry, le sangraba la nariz, así saque papel de mi bolsillo y le empece a limpiar. Él solo me miraba y yo le sonreía. Harry era un niño amble y divertido cuando lo conocías, ya veo porque no se juntan con él, por el tarado Dudley.

—Gracias —dijo apenado cuando dejó de sangrarle la nariz—. Creó que tú y yo no deberíamos ser amigos —murmuró triste.

—Si lo dices por Dudley, no me importa si nadie me quiere hablar por estar contigo, eres una persona genial, a mí eso no me importa —le sonreí.

—¿En serio? —dijo sorprendido.

—Lo juro —eso lo hizo sonreír—, entonces... ¿Si quieres ser mi amigo? —le extendí la mano.