Una Vida Con Él - (Harry Potter y tu)

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*Narra ___________*
Al terminar mis clases con Snape fui directamente a la biblioteca. Yo no dudaba que Lockhart firma aquel permiso, aun si leerla y eso porque le encantaba firma cualquier cosas que se pudiera mantener quieto. Cuando estaba por llegar al pasillo de la biblioteca me encontré con Cedric, que me saludo con una pequeña sonrisa y se alejo de sus amigos para ir conmigo.

—No te había visto mucho —me dijo mientras caminábamos a la biblioteca.

—He estado algo ocupada —dije con una sonrisa y él me miro con una ceja alzada—. Nada que me pueda meter en problemas... aun —él soltó un risa y nos detuvimos en la entrada de la biblioteca.

—Entonces no vemos luego.

—Claro —me regalo una sonrisa más y después se fue. Mire unos segundos más como se alejaba hasta que salieron mis amigos—. Así que... ¿lo consiguieron?

—Si —respondió Harry.

—Lockhart si que es un idiota.

Cinco minutos después, nos fuimos a los aseos de Myrtle la Llorona, ya que Hermione y yo considerábamos que seria el último lugar en encontrarnos. Aunque Ron acepto a regañadientes.

Hermione abrió con cuidado el Moste Potente Potions, y miramos las páginas llenas de manchas de humedad. Algunas de las pociones tenían efectos demasiado horribles incluso para imaginarlos, y había ilustraciones monstruosas, como la de un hombre que parecía vuelto de dentro hacia fuera y una bruja con varios pares de brazos que le salían de la cabeza.

—¡Aquí está! —dijo emocionada Hermione, al dar con la página que llevaba por título La poción multijugos. Estaba decorada con dibujos de personas que iban transformándose en otras distintas—. Ésta es la poción más complicada que he visto nunca. ¿Tú que dices, __________?

—Deja lo complicado de hacerlo aún lado —la mire—, ¿De donde sacaremos los ingredientes? —y leí—. Crisopos, sanguijuelas, Descurainia sophia y centinodia. Bueno —pensé unos segundos—, no son difíciles de encontrar, están en el armario de los estudiantes, podemos conseguirlos.

—¡Vaya, miren —dijo ella—, polvo de cuerno de bicornio! No sé dónde vamos a encontrarlo..., piel en tiras de serpiente arbórea africana..., eso también será peliagudo... y por supuesto, algo de aquel en quien queramos convertirnos.

—Perdona —dijo Ron—. ¿Qué quieres decir con «algo de aquel en quien queramos convertirnos»? Yo no me voy a beber nada que contenga las uñas de los pies de Crabbe.

—De momento, todavía no tenemos que preocuparnos porque esos ingredientes los echaremos al final.

Mire a Ron, que parecía no gustarle el plan.

—¿No se dan cuenta de cuántas cosas vamos a tener que robar,? —dijo Harry—. Piel de serpiente arbórea africana en tiras, desde luego eso no está en el armario de los estudiantes, ¿qué vamos a hacer? ¿Forzar los armarios privados de Snape? No sé si es buena idea... —Hermione cerró el libro con un ruido seco.

—Vamos, es la mejor idea que tenemos —dije yo—. ¿se estan echando para atrás? —mire a Harry y Ron.

—Bueno, si van a acobardaros los dos, pues vale —dijo Hermione—. Yo no quiero saltarme las normas, ya lo saben, pero pienso que aterrorizar a los magos de familia muggle es mucho peor que elaborar un poco de poción. Pero si no tienen interés en averiguar si el heredero es Malfoy, iré derecha a la señora Pince y le devolveré el libro inmediatamente.

—No creí que fuera a verte nunca intentando persuadirnos de que incumplamos las normas —dijo Ron con cierto asombro—. Está bien, lo haremos, pero nada de uñas de los pies, ¿vale?