Una Vida Con Él - (Harry Potter y tu)

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*Narra ___________*
La mañana siguiente, sin duda estaba adolorida por aquel viaje en el coche. Hermione me miró molesta, creo que no le es suficiente verme viva. Nos arreglamos, tomamos nuestras mochilas y nos fuimos al Gran Salón, sin esperar a Harry y Ron, porque Hermione seguía molesta.

—Ya no estés molesta, Hermione —le dije mientras nos sentamos—. Ese árbol nos pudo matar —ella me miro mal—. Digo —murmure y empece a servirme comida.

Mientras desayunaba, Hermione me miraba aun mal, parecía mi madre; pero al menos ya no tuve que soportarla yo sola, Harry y Ron se sentaron con nosotras.

—Hola —saludaron.

—Buenos días —dijo Hermione aun un poco enojada.

Ambos me miraron, me encogí de hombros y seguí desayunando.

—El correo llegará en cualquier momento —dijo Neville—; supongo que mi abuela me enviará las cosas que me he olvidado.

Y tenía razón, las lechuzas no tardaron en llegar al Gran Salón con las correspondencia matutina. Mi lechuza llego con una carta y al verla era de mi adre; sin duda no tendría lindas palabras diciendo que le alegraba estar viva al no estrellarme en el coche del Señor Weasley.
Estaba apunto de abrirlo, pero algo de color gris cayó sobre la taza de Hermione, salpicándolos a todos de leche y plumas, me quería reír pero no lo hice si no Hermione se enojaría más.

—¡Errol! —dijo Ron, la lechuza se desplomó, sin sentido, sobre la mesa, con las patas hacia arriba y un sobre rojo y mojado en el pico.— ¡No. ..!

—No te preocupes, no está muerto —le dijo Hermione, pero yo también miraba el sobre rojo.

—No es por eso... sino por esto —señalo el sobre.

—¿Qué pasa? —preguntó Harry desconcertado.

—Me han enviado un vociferador —respondió Ron todo pálido. En este momento agradecía que mamá solo me mandara aquella carta.

—Será mejor que lo abras, Ron —le dijo Neville y asentí con la cabeza—. Si no lo hicieras, sería peor. Mi abuela una vez me envió uno, pero no lo abrí y... fue horrible.

—¿Qué es un vociferador? —preguntó Harry aun sin entender.

—En un momento lo sabrás —le susurre—. Cubre tus oídos.

—Ábrela. Será cuestión de unos minutos —dijo Neville.

Ron empezó a abrirla carta, mientras Neville y yo nos cubríamos nuestros oídos, de ella salio la voz de la señora Weasley.

—ROBAR EL COCHE, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN; ESPERA A QUE TE AGARRE, SUPONGO QUE NO TE HAS PARADO A PENSAR LO QUE SUFRIMOS TU PADRE Y YO CUANDO VIMOS QUE EL COCHE NO ESTABA ESTA NOCHE LA CARTA DE DUMBLEDORE, CREÍ QUE TU PADRE SE MORÍA DE LA VERGÜENZA, NO TE HEMOS CRIADO PARA QUE TE COMPORTES ASÍ, _________, HARRY Y TÚ PODRÍAN HABERSE MATADO COMPLETAMENTE DISGUSTADO, EN EL TRABAJO DE TU PADRE ESTÁN HACIENDO INDAGACIONES, TODO POR CULPA TUYA, Y SI VUELVES A HACER OTRA, POR PEQUEÑA QUE SEA, TE SACAREMOS DEL COLEGIO.

Se hizo un gran silencio en el gran Comedor hasta que de nuevo empezaron a platicar.

—Bueno —dijo Hermione—, no sé lo que esperabas, Ron, pero tú...

—No me digas que me lo merezco.

Harry y yo nos sentíamos culpables, más yo, si me hubiera negado el señor Weasley no seria investigado. Bueno aun faltaba que yo leyera la carta de mamá, que leería luego, porque McGonagall nos dio nuestros horarios, temíamos dos horas de Herbología con los hufflepuffs